En el programa de La SER ‘Hoy por Hoy’, Alfredo Casas ha hablado con el Dr. José Javier García Del Águila, con una formación íntimamente ligada al ámbito de la emergencia sanitaria y director médico del hospital HLA Mediterráneo.

 

Después de dos años, estamos volviendo a la normalidad en muchos aspectos de nuestra vida tras la pandemia, se han relajado las restricciones y han descendido los contagios, hospitalizaciones y fallecimientos. ¿Se nota este cambio de tendencia en las nuevas Urgencias de HLA Mediterráneo?

Es evidente que la presión que hemos tenido por la Covid, ya está bajando. Es una buena noticia pero no hay que bajar la guardia. Hay pacientes que hacía mucho que no veíamos. Los pacientes Covid están bajando, no obstante mantenemos el circuito Covid, esto no ha terminado todavía. Recordad, que serán las Autoridades Sanitarias quienes nos dirán cuando se suaviza toda esta situación.

 

Hemos recuperado actividad, estamos en una media de 120 urgencias al día, de las cuales 90 son de adultos y 30 pediátricos. Los lunes siguen siendo los peores días, pero eso no es una novedad. Estamos para eso, para ayudar.

 

A veces usamos las Urgencias de un modo incorrecto, para patologías banales que deberíamos mirarnos con nuestro médico de cabecera. Y, a veces, no acudimos a ellas cuando en realidad es de extrema necesidad. ¿Qué es el código ictus y cuáles son los signos de alerta para buscar ayuda urgente?

Las urgencias las percibe el paciente como que le está pasando algo importante. Cuando el paciente ya es valorado por un médico según los síntomas se establece una gravedad.

 

El ictus es una urgencia neurológica que entra en los que los médicos de urgencias llamamos una patología ‘tiempo-dependiente’, dónde el diagnóstico precoz es imprescindible y cada minuto cuenta. En medicina de urgencia se habla del quinteto de patologías tiempo dependientes, que son la parada cardiorrespiratoria, el infarto, el ictus, el traumatismo grave y la sepsis, donde en cuantos menos minutos se atienda y se le administre el tratamiento adecuado, mayor supervivencia tiene el paciente.

 

El caso del código ictus consiste en una cadena asistencial multidisciplinar que se pone en marcha para diagnosticar el ictus en el menor tiempo posible y administrar el tratamiento adecuado, que podrá ser la radiología intervencionista. Lo importante es que el paciente sepa reconocer el ictus. Ahora se puede salvar el cerebro, pero depende del tiempo. ¿Qué síntomas son? Cuando el paciente empieza a hablar mal, el labio se le tuerce o el brazo o la pierna no le responden. Ahí es cuando debe avisar al servicio de emergencias o acudir al hospital cuanto antes.

 

El circuito del servicio de Urgencias no es el mismo que el de las consultas externas, ¿Cómo se priorizan la urgencia en cada caso? 

Esto va a depender de qué es lo que le pasa al paciente y de cuanta gente haya en urgencias. El objetivo es que si el paciente tiene una patología grave, no espere. Por ello, se hace un triaje con un sistema de preguntas ‘Manchester’ que determina la prioridad de atención.  Por ejemplo, entre un paciente que viene resfriado y otro con síntomas de infarto, evidentemente este último tiene prioridad.

 

 

Estáis de estreno de este servicio de Urgencias que ha empezado a rodar hace pocas semanas. ¿Cuáles son las principales novedades en servicios e infraestructura? 

Estamos contentísimos. Siempre se sabe cuando empiezan las obras pero no cuando acaban. Hemos estrenado en febrero unas urgencias con una extensión de 480 m2, con una inversión de casi un millón de euros. Seguimos diferenciando dos salas de espera de respiratorio y pacientes generales y mantenemos los circuitos asistenciales. El paciente va a notar más confort, más intimidad y mejoras de los circuitos. Tenemos un box de críticos diferenciado preparado para este tipo de pacientes, una sala de triaje y una sala de curas más amplias, y hemos ampliado las consultas de urgencia de tres a cinco. Además, estrenamos en abril un traumatólogo por la mañana de presencia física, que nos va a solventar con mayor rapidez problemas traumatológicos de envergadura. Y tenemos una observación donde hemos añadido una sala de sillones. Cinco sillones muy cómodos, con cámara donde el enfermero va a poder ver en todo momento el estado del paciente. Todo esto se resumen en ganar capacidad asistencial, confort, intimidad… para el paciente.