Una investigación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil denominada Operación Robaudi-Baviera desarticuló la pasada semana una banda criminal dedicada a los robos de estancos y joyerías de Almería, Granada y Murcia.  
La intervención acabó con 12 detenidos, siete de ellos en prisión provisional por delitos de pertenencia a banda organizada, robo con violencia y atentado a la autoridad.

El valor de la operación se mide en su capacidad para esclarecer 65 robos (57 locales y ocho vehículo) y, más aún, por apartar de las calles almerienses a peligrosos delincuentes. De hecho, según fuentes de la investigación consultadas por LA VOZ DE ALMERÍA, la banda tenía conexiones con otro grupo criminal de Europa del Este desarticulado hace dos años en el marco de la Operación Humo, encabezada por el Grupo V de la Policía Judicial de Almería y, casualmente, cerrada también un 11 de junio.

En aquella intervención fue detenido Iulian A., un varón de origen rumano que fue arrestado la semana pasada en la operación conjunta de Policía Nacional y Guardia Civil durante Robaudi-Baviera. Su papel, según la investigación, era de ejecutor de los asaltos a joyerías, estancos y otros establecimientos comerciales. No era cabecilla de la organización pero sí, en cierto modo, coordinador de los golpes e incluso responsable de reclutar a otros presuntos delincuentes.

Armas de fuego
Los mandos de ambos cuerpos ya recalcaron el martes durante una rueda de prensa celebrada en la sede de la Subdelegación del Gobierno en Almería que se trataba de un golpe muy importante a una banda peligrosa y activa. No en vano, la investigación se prolongó durante nueve meses y movilizó a decenas de agentes. La Operación Robaudi-Baviera de 2017 y la Operación Humo de 2015 comparten los mismos parámetros. Cierto es que la investigación más antiguo solo probó siete presuntos asaltos, sin embargo, en aquellos registros se localizó un auténtico arsenal de armas de fuego.

Durante una comparecencia público, mandos de la Policía Nacional describieron el grupo como “la banda más activa de los últimos tres años” en Almería (estaban radicadas entre Vícar, Roquetas de Mar y El Ejido) y subrayaron que tenían conexiones con “bandas amigas” (incluso en Extremadura). Dos años después, estas vinculaciones aparecen a través de la figura del detenido Iulian A.