La agroindustria asume el reto de diseñar la agricultura del futuro

Antonio Fernández
14:15 • 21 oct. 2020

El webinar organizado por La Voz de Almería, Cadena SER, Cajamar, Grupo Agroponiente y Criado y López, llevó a escena ayer el presente y el futuro de la industria auxiliar agraria, un sector al que cada vez resulta más difícil colocarle la etiqueta de ‘auxiliar’ por cuanto su evolución la ha llevado a un protagonismo estelar. Tanto, que ya amenaza el liderazgo de la propia agricultura en términos de facturación.



Ante la cámara de los ordenadores cuatro buenos conocedores de esa nueva realidad: el presidente de Tecnova, Ángel Barranco Vega, el CEO de Kimitec, Félix García Moreno, el gerente de Proyecta Ingenio, Francisco Guillén Salmerón, y el gerente de Empresas en la Dirección Territorial de Cajamar Caja Rural en Almería, Manuel Sánchez Villanueva.



Un sector vivo



A debate la posición actual y el camino a seguir. Acuerdo entre los ponentes sobre el potencial de la agroindustria almeriense, en buena medida responsable de la evolución experimentada por el modelo agrícola que ha sacado a Almería de sus seculares miserias, la agricultura intensiva.



No tanta coincidencia en cuanto a la posición a adoptar para ganar el futuro; se parte del optimismo que permite la capacidad de respuesta ante los nuevos retos, pero con la advertencia, lanzada por Félix García de que es preciso reforzar la investigación, la inversión en I+D+i y la cooperación porque “si bien es cierto que se parte de un buen posicionamiento, corremos el riesgo de desposicionarnos porque en todo el mundo se está trabajando en la búsqueda de soluciones a los retos de la producción”.



Agrosalud



La actual pandemia provocada por el coronavirus pone en posición de prioridad la búsqueda de nuevos modelos: producir más y más deja de ser prioritario porque la batalla del volumen es muy gravosa para los productores almerienses y está mostrando signos de una preocupante falta de rentabilidad desde hace ya varios años.



En ese nuevo escenario hay dos caminos que se han convertido en el mantra que moviliza a las empresas de la industria auxiliar, y al mismo tiempo a los productores: uno es el de la sostenibilidad económica, social y ambiental. El otro es el camino hacia una agricultura con valor diferencial por calidad, por seguridad, por sabor pero desde el advenimiento de la Covid-19, sobre todo por la salud.


El consumidor está más preocupado que nunca por lo que la alimentación le puede aportar para mejorar su salud y ese camino, y en esto coincidían ayer los expertos reunidos en esta jornada de debate. La propuesta es avanzar hacia una ‘agricultura de la salud’ capaz de colocar en los lineales de los centros de distribución hortalizas con una contrastada capacidad de cuidar de esa salud convertida en un asunto de prioridad absoluta.


La apuesta es importante y requiere un trabajo que, posiblemente, servirá además para mejorar el resto de los aspectos productivos, incluyendo la sostenibilidad. Pero sobre todo se trata de una línea de trabajo que requerirá del compromiso de todos los eslabones de la cadena agroalimentaria. Es además, posiblemente, la única, o cuando menos la mejor, manera de conseguir una mejor rentabilidad. 


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