Un grupo de investigadores ha dado un paso decisivo para mejorar una fruta tan apreciada, la fresa. Científicos del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa), en Málaga, han identificado regiones específicas del genoma de la fresa que determinan su firmeza, un hallazgo que ha permitido desarrollar un marcador molecular capaz de seleccionar, con gran precisión, variedades de fresas hasta un 50 % más firmes.

El descubrimiento es fruto del trabajo del equipo de Mejora Genética y Biotecnología de la Fresa, que ha analizado 124 accesiones procedentes del Banco de Germoplasma de Fragaria, conservado en el centro malagueño del Ifapa. A lo largo del estudio, se evaluaron 26 caracteres agronómicos y de calidad del fruto, desde el tamaño y la firmeza hasta el contenido de azúcares y vitamina C.

El análisis genético reveló que, si bien la mejora de la firmeza y el tamaño ha sido significativa, este progreso ha venido acompañado de una reducción en otros atributos esenciales, como la dulzura y el contenido de vitamina C. Entre los hallazgos más destacados, figura la identificación de una región concreta en el cromosoma 6A, estrechamente vinculada a la firmeza del fruto, y cuya influencia se debe a la expresión del gen FaPG1, regulador clave de esta característica.

Este avance no es solo un logro técnico, sino una promesa: el marcador molecular desarrollado permitirá a los programas de mejora genética acelerar la obtención de nuevas variedades de fresa, dejando atrás métodos tradicionales que dependen únicamente de la observación directa. Ahora, la ciencia genética se convierte en aliada para cultivar frutos que no solo sean más firmes y resistentes, sino también capaces de satisfacer las exigencias del mercado global.

El trabajo, cofinanciado por la Agencia Estatal de Investigación, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y los fondos europeos Feder, ha sido publicado en revista científica The Plant Genome, y está disponible para consulta en línea.

Con cada avance en este campo, el aroma y sabor de la fresa se entrelazan con la precisión del ADN, abriendo la puerta a un futuro en el que la fruta perfecta no sea solo un sueño del paladar, sino una conquista de la ciencia.