Un centenar de jóvenes del IES El Alquián, en colaboración con científicos de la Universidad de Almería (UAL), ha desarrollado un completo kit de materiales divulgativos sobre el ecosistema semiárido que rodea su centro educativo. El proyecto, titulado “Conociendo nuestro entorno”, se enmarca en la Oficina de Ciencia Ciudadana de Andalucía y constituye un ejemplo sobresaliente de cómo el enfoque participativo puede transformar la educación y contribuir a la conservación ambiental desde la acción local.

Durante los cursos 2023/2024 y 2024/2025, el alumnado de 4º de ESO y 1º de Bachillerato ha aplicado el método científico para estudiar en profundidad el ecosistema de azufaifar, propio del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, y la playa de El Alquián. El resultado de este trabajo ha sido la creación de una guía de plantas, fichas didácticas, maquetas, una presentación científica y un póster divulgativo dirigidos a la comunidad educativa, asociaciones vecinales y familias, con el objetivo de concienciar sobre la biodiversidad y las amenazas que enfrenta este entorno.

Uno de los ejes del proyecto ha sido el estudio del azufaifo (Ziziphus lotus), arbusto característico de los climas semiáridos y considerado una especie clave por su capacidad para generar microclimas de humedad y refugio, favoreciendo así la biodiversidad local. A través de salidas de campo, los estudiantes han recogido y analizado datos sobre variables fisicoquímicas y biológicas —temperatura del aire y del suelo, pH, materia orgánica, cobertura vegetal, biovolumen o índices de biodiversidad— confirmando el valor ecológico de estas formaciones vegetales.

En paralelo, el proyecto ha abordado la problemática de la contaminación por plásticos y microplásticos. El alumnado dividió la playa de El Alquián en parcelas y realizó una recogida sistemática de residuos, en la que se retiraron más de 137 kilogramos de desechos, en colaboración con las ONG Clean Ocean Project y Chelonia. Además, mediante técnicas microscópicas, se identificaron fibras plásticas de diversos colores en muestras de suelo y arena, constatando una contaminación invisible pero presente.

El impacto del proyecto no ha sido solo científico. Según una evaluación interna, el 87 % del alumnado afirma comprender mejor el papel de la ciencia y de los investigadores, mientras que el 82 % se declara ahora más comprometido con la protección del entorno natural.

“Conociendo nuestro entorno” se erige, así, como un modelo de ciencia participativa en el que jóvenes investigadores abordan, con rigurosidad y compromiso, los retos ambientales que afectan a su propio territorio.