Toros metálicos envueltos en llamas salen a las calles cada septiembre en un pueblo de Almería
Más de 4.500 valientes salieron en la madrugada del miércoles a torear un año más en Dalías en honor al Cristo de la Luz

Los valientes 'toreros' en las Fiestas del Cristo de la Luz en Dalías.
La madrugada del miércoles, Dalías se convirtió un año más, en un auténtico espectáculo de luz, fuego y música con la celebración de los tradicionales ‘Toros de Fuego’, uno de los eventos más emblemáticos de las fiestas en honor al Santísimo Cristo de la Luz.
Más de 4.500 valientes llenaron la Plaza Cristo de la Luz, la calle Casino y calles adyacentes, disfrutando de una experiencia única que combina tradición, pirotecnia y emoción en cada giro de los toros metálicos cargados de “rateros”.
El día comenzó temprano con la Santa Misa de Peregrinos, presidida por el Rvdo. Manuel Jesús Piedra Jiménez, párroco de Laujar, que reunió a devotos de Laujar de Andarax, Alcolea, Fondón, Paterna y Bayárcal en el Santuario del municipio.

El alcalde junto a uno de los toros de fuego aun sin encender.
El Contador Cofrade
Más de 300.000 peregrinos y 2.200 kilos de pólvora iluminan Almería en honor al Cristo de la Luz
Marina Ginés
Tras la ceremonia, el ambiente se trasladó al Club de la 3ª Edad, donde la Asociación de Mayores Santa María de Ambrox organizó la Feria del Mediodía con su tradicional paella popular y música, creando un punto de encuentro para socios y vecinos.
Por la tarde, los actos se centraron en la Residencia de Mayores Profesor Gabriel Callejón, donde residentes, familiares y personal disfrutaron de una merienda y de la actuación del Coro Rocymar, consolidando esta celebración como una de las actividades más esperadas del calendario festivo.
Los más pequeños también tuvieron su protagonismo con la actividad ‘Los Sinfiermines’, un encierro infantil con toros de cartón-piedra acompañado de música y animación, que llenó de risas la plaza y permitió a los niños vivir la emoción de los toros de manera segura.

Los valientes 'toreros' en las Fiestas del Cristo de la Luz en Dalías.
El Contador Cofrade
Por qué 300.000 peregrinos recorren Almería hasta Dalías cada septiembre
Trinidad Rodríguez
A las 18:00 horas se celebró el Solemne Septenario en honor al Cristo de la Luz, acompañado por la Coral Infantil Pedro Mena de Adra, un momento de recogimiento antes de que la fiesta y la emoción tomaran por completo las calles del municipio. La Plaza del Ayuntamiento se llenó de música y baile con la actuación de Justo Zabala, que animó a vecinos y visitantes, dando paso a la tradicional ‘Traca para Mayores’, pasada la medianoche.
Pero no fue hasta las 01:00 horas, cuando llegó el momento más esperado de las Fiestas con el inicio de los esperados Toros de Fuego. Los gigantescos armatostes metálicos, envueltos en llamas, recorrieron la plaza y calles adyacentes, llenando el aire de olor a pólvora, ruido atronador y un espectáculo de color que no dejó a nadie indiferente.
La pirotecnia, a cargo de Alborán, incluyó la suelta de seis toros cargados de “rateros”, mientras el público seguía la coreografía al ritmo de Paquito el Chocolatero, en una noche de emoción, tradición y participación. Este año, la corrida se dedicó a Salvador Galindo, en reconocimiento a su vinculación con Alborán, los toros, los cohetes y el municipio de Dalías.

Los valientes 'toreros' en las Fiestas del Cristo de la Luz en Dalías.
El alcalde, Francisco Lirola, subrayó la importancia del evento: “Es muy importante para nosotros, una de las señas de identidad de nuestras fiestas. Una tradición única que combina espectáculo, emoción y participación, y que se ha consolidado como un referente en toda la provincia. Agradecemos la implicación de todos los colectivos que hacen posible este evento y la responsabilidad de los participantes, que cada año permiten que vivamos una noche tan especial”.
La jornada completa mostró la riqueza de las fiestas daliense: desde los actos religiosos y las actividades para mayores, hasta los encierros infantiles y los espectaculares toros de fuego. Cada detalle contribuyó a consolidar Dalías como epicentro de tradición, diversión y emoción en Almería, dejando una estampa imborrable en la memoria de todos los asistentes, que vivieron una madrugada de música, luces y fuego que parece salida de un sueño.