Por qué 300.000 peregrinos recorren Almería hasta Dalías cada septiembre
El nombre "Cristo de la Luz" procede de los testimonios de quienes aseguraban que, al pedirle, recibían curaciones, consuelo y "luz" en su vida
La devoción al Santísimo Cristo de la Luz llena Dalías de pólvora
Tal vez, la fiesta más sonada de Almería sea la del Santo Cristo de la Luz, espectáculo de fe popular y de pólvora. Su tradición religiosa se pierde en la memoria colectiva, quizá después de la guerra de los moriscos. Cada septiembre, más de 300.000 peregrinos de distintos pueblos vecinos de la provincia, como Berja, El Ejido, Vícar o Adra, recorren caminos de peregrinación y fe para gritar con fervor: "¡Viva el Cristo de Dalías!" en la Parroquia de Santa María de Ambrox.
El Contador Cofrade
Más de 300.000 peregrinos y 2.200 kilos de pólvora iluminan Almería en honor al Cristo de la Luz
Marina Ginés
En Abril de 1937, dos dalienses hacían realidad su deseo de "adquirir otra imagen que pudiera reemplazar a la venerada por tantas generaciones de este pueblo netamente católico". Y es que, desgraciadamente, la anterior imagen del Santo Cristo de la Luz, antiquísima, realizada en plomo y de autoría desconocida, había sido destruida en el templo al iniciarse la Guerra Civil, en julio de 1936. Pertenecía a la escuela granadina, muy influida por el estilo de Alonso Canos y sus discípulos como José de Mora.
Devoción por el Cristo de la Luz en Dalías.
La imagen barroca de 1575 muestra a Cristo crucificado, en actitud serena y con expresión de dolor contenido. La talla está hecha en madera policromada, con gran realismo en la anatomía, mientras que el rostro es dulce y compasivo, lo que ha reforzado la idea de "Cristo milagroso y cercano" que mueve la devoción popular.
El origen del Cristo de la Luz: devoción y promesas
Sobre ellos, más de 2.200 kilos de pólvora estallarán en el cielo, superando las dos toneladas de años anteriores y creando un espectáculo de luz y sonido que evocará siglos de tradición. Sin embargo, lo que no todos los locales saben es que el sentido de esta tradición se remonta al siglo XVII, cuando se atribuyeron milagros y curaciones a su imagen.
Los peregrinos, al llegar a la iglesia de Dalías.
Desde entonces, se convirtió en imagen de peregrinación y promesas. Durante las fiestas, las carreteras y caminos almerienses se llenan de peregrinos a pie, muchos de ellos de madrugada, para llegar a la misa y a la procesión del Cristo. Al llegar, los peregrinos encienden velas, ofrecen flores o simplemente entran al templo para "ver al Cristo" y cumplir su promesa.
