Los 5 castillos del Almanzora que te llevarán de vuelta a la Edad Media
Un puñado de fortalezas que resisten al paso del tiempo

Castillo de Serón.
En pleno corazón de Almería, el Valle del Almanzora guarda entre montañas y barrancos un puñado de fortalezas que resisten al paso del tiempo. Aunque muchas han caído en ruinas, aún conservan la fuerza de su historia y el poder de su ubicación.
Entre ellas, cinco castillos, levantados la práctica totaliad de ellos entre los siglos IX y XIII (a excepción de uno), ofrecen al visitante una ruta fascinante por los restos de la Edad Media en el interior almeriense.
Castillo de Serón
Erigido en el siglo XIII durante la dominación nazarí, el Castillo de Serón defendía estratégicamente el Valle del Almanzora. Aunque la mayoría de su estructura medieval se ha perdido, aún se conserva una pared original.
En recientes trabajos se añadió una torre de estilo neomudéjar con reloj, almenas y un espacio escénico al aire libre. En 1993 fue declarado Bien de Interés Cultural, reconocimiento que avala su valor histórico y permite una mejor conservación.
Castillo de Bacares

Castillo de Bacares
El mejor documentado de los cinco. Su origen es medieval, posiblemente del siglo XI para su núcleo de tapial, aunque la mayor parte corresponde al siglo XIII, en época nazarí, y fue restaurado en 1506 por Gutiérrez de Cárdenas.
Permaneció en uso hasta el siglo XVI y fue declarado Bien de Interés Cultural el 22 de junio de 1993 . Entre 2008 y 2009 se llevó a cabo una restauración completa.
Castillo de Sierro

Castillo de Sierro.
Ubicado en lo alto de un cerro en Sierro, este castillo cuenta con dos círculos defensivos concéntricos que cubren unos 800 metros cuadrados. Conserva un aljibe y varias torres y fue rehabilitado en 2011.
Su estructura refleja la arquitectura militar de época islámica, diseñada para controlar los accesos mediante torres y muros concéntricos. Hoy, el visitante puede recorrer sus restos consolidados y disfrutar de vistas amplias sobre el entorno montañoso.
Castillo de Partaloa

Castillo de Partaloa.
Levantado en el siglo XIII bajo dominio musulmán, desempeñó un papel relevante durante la Reconquista. Su castillo conserva restos históricos sobre una colina que domina el casco urbano y el paisaje circundante.
Ha experimentado diversas restauraciones con el paso de los siglos, y hoy permite a los visitantes caminar por sus murallas y contemplar el entorno.
Castillo de Líjar

Castillo de Líjar.
Este enclave presenta una singularidad: es una construcción del siglo XXI, pero inspirada e integrada en la tradición medieval. De pizarra, cuenta con torre principal cuadrangular y una atalaya cilíndrica de 11 m de altura.
Aunque no hay evidencia histórica de una fortaleza previa, su nombre y estructura evocan el pasado medieval en torno a Líjar. Hoy alberga una oficina de turismo y ofrece un mirador privilegiado sobre el valle y la sierra.