En los últimos meses se ha hablado mucho de ellos. Y es que un buen número de municipios ha pensado en los centros de interpretación como un atractivo turístico más. En ellos se explota la riqueza o patrimonio, del presente o del pasado, que tiene ese pueblo o comarca. El agua, la minería, la naranja o el Observatorio de Calar Alto son solo varias de las temáticas sobre las que giran. Algunos centros están abiertos, otros todavía en ejecución y también los hay los que están terminados pero que permanecen cerrados al público. En varias ocasiones se ha hablado de su utilidad y éxito e, incluso, se ha propuesto ‘reconvertirlos’ y darles otro uso.

Según datos facilitados por la Junta de Andalucía, en la provincia de Almería la Consejería de Turismo ha subvencionado la construcción de 17 centros de interpretación a través de los diferentes planes turísticos y de la Iniciativa de Turismo Sostenible del Poniente Almeriense. Estos edificios se ubican en los municipios de Cantoria, Olula del Río, Purchena, Tíjola, Castro de Filabres, Tabernas, Tahal, Uleila del Campo, Benahadux, Pechina, Rioja, Gádor, Viator, Huércal de Almería, Vélez Blanco, Vélez Rubio y La Mojonera.

A estos hay que sumar los cinco centros de visitantes, principales equipamientos de recepción e información de los espacios naturales protegidos de Andalucía que forman parte de la Red de Espacios Protegidos. Almería capital, Laujar de Andarax, María, Vélez Blanco y Sorbas cuentan con uno.

Se trata de instalaciones en las que se puede conocer la historia y características del espacio y la influencia de las actividades humanas; obtener información sobre qué ver, dónde ir y cómo acceder a los lugares más interesantes; y conocer los principales ecosistemas andaluces. Además, mediante aplicaciones informáticas se puede obtener más información de las instalaciones y servicios ofertados, fauna, flora y datos relevantes del medio ambiente andaluz.

Centros activos

Desde las diferentes administraciones se defiende la utilidad de estos centros de interpretación. Eugenio Gonzálvez, presidente de la Mancomunidad de Municipios del Bajo Andarax y alcalde de Gádor (municipio que acogerá uno dedicado a la minería), señala que los siete edificios que albergará la comarca van a ofrecer una “magnífica oportunidad para que el Bajo Andarax sea atractivo para los visitantes”. Serán, según Gonzálvez, “centros activos en beneficio de los ciudadanos, donde se pueda hacer actividades, y que sirvan de apoyo pedagógico y educativo para mostrar el patrimonio”. La delegada de Turismo en Almería, Mª Dolores Muñoz, quien también defiende el uso de estas infraestructuras, señala que los centros de interpretación han servido para reactivar los pueblos en los que se ubican, muchos de ellos pequeños. “Los que yo he visitado hasta ahora están dando vida a los municipios, convirtiéndose en un atractivo turístico más. Además, también sirven para que los vecinos de estos pueblos y de las comarcas en las que se ubican puedan conocer y apreciar los recursos que han sido o que siguen siendo importantes para ellos. A todo ello hay que sumar que dan puestos de trabajo, algo muy importante ahora”, ha apuntado. A la gente que se posiciona en contra de estos edificios, Mª Dolores Muñoz anima a que los visite para que vea la vida que están dando a los pueblos.

“No atraen a nadie”

Por su parte, el diputado de Turismo y portavoz de la Institución provincial, Javier Aureliano García, señala que hay que poner en valor todos los atractivos turísticos que tiene cualquier comarca, “pero evidentemente la prioridad de la Diputación no son esos centros de interpretación sino llevar gente que no sea de esa comarca a visitarla. Nosotros entendemos que tenemos una excelencia turística y una singularidad espectacular en muchas zonas y en ellos estamos trabajando. Evidentemete, si tienen un centro temático, éste puede ser un buen complemento”.

Estos edificios, según el diputado de Turismo, “no atraen absolutamente a nadie, solo pueden compleme