En plenas vacaciones estivales y con los termómetros marcando por encima de los 30 grados, tanto almerienses como turistas pueblan las playas de la provincia con el fin de desconectar en uno de los rincones más tranquilos y bonitos de España. Frente a este idilio, sin embargo, el mar de sombrillas multicolores, que contribuye tanto a la estampa estacional, también supone, en algunos casos, un rastro de latas de refrescos, botellas de plástico y colillas que acaban abandonados en la arena en primera instancia y, poco después, en las aguas del Mediterráneo, con lo que esto conlleva para la fauna y la flora marinas.

El Ayuntamiento de Almería no es ajeno a esta circunstancia y así lo ha querido hacer notar. Es por esta razón por la que el Concejal de área de Sostenibilidad Medioambiental y Energética, Antonio Urdiales, ha puesto en marcha para este viernes 1 de agosto una campaña de limpieza de residuos en el litoral de la capital almeriense. ¿El fin? Que almerienses y visitantes puedan disfrutar de unos arenales limpios y bien cuidados, por un lado. Por el otro, evitar la contaminación de nuestro patrimonio natural.

La convocatoria

Bajo el lema 'Almería contra la basuraleza', la campaña estará compuesta por todos aquellos voluntarios que deseen dedicar su tiempo a construir un municipio más limpio y sostenible. Aunque el objetivo principal es la limpieza de las playas, la iniciativa también tiene un fuerte componente de pedagogía ambiental, clave en la concienciación ciudadana frente al cambio climático y la protección de su entorno.

La actividad se desarrollará durante toda la tarde de este viernes, a partir de las 17.30 horas, en la Playa de El Zapillo, punto de encuentro reconocible por unas reconocibles carpas del Ayuntamiento. Se recomienda llevar agua, gorra, crema de sol y cualquier otro elemento que permita protegerse del sol a la vez que refrescar el cuerpo, ya que se esperan máximas de 32 grados en la capital.

La limpieza del Zapillo no requiere inscripción previa: forma parte de la campaña 'Mi playa bonica', una iniciativa que se viene desarrollando desde hace ya dos veranos con convocatorias en distintas playas del término municipal de Almería, como El Perdigal, Retamar, La Fabriquilla o Cabo de Gata. 

Como el propio concejal afirma, esta campaña se organiza en tres fases. La primera está dirigida a toda la ciudadanía e incluye una recogida de residuos combinada con actividades de concienciación. Tras un taller educativo sobre el impacto de la basura en el litoral y cómo prevenirlo, los participantes colaboran en la limpieza de la playa. 

Para hacer la experiencia más dinámica, se reparten vasos con los que los niños y niñas recogen residuos que luego pueden canjear por puntos. Esos puntos se intercambian por objetos donados o elaborados con materiales reciclados, como libros, plantas, juguetes artesanales o bisutería. "El objetivo no es el premio, sino mostrar que los residuos pueden tener una segunda vida y fomentar la economía circular", explica Urdiales.

La segunda fase involucra directamente a los institutos de Almería y otros municipios como Vera, Roquetas o Adra. Los estudiantes analizan el origen de los residuos que encuentran -ya sean de origen turístico, generados por usuarios locales o arrastrados por el mar- y proponen medidas para prevenir su acumulación. 

En la tercera etapa, los centros educativos compiten en una campaña de sensibilización que culmina con presentaciones en la Universidad de Almería, donde exponen sus conclusiones y soluciones ante el problema de la basuraleza. Las mejores propuestas son premiadas con actividades como jornadas de kayak en Cabo de Gata o conciertos. "Lo más importante es que compartan ideas y trabajen juntos, aprendiendo de forma divertida", señalan desde el Ayuntamiento, que también toma nota de las sugerencias que los propios jóvenes aportan.

Proteger lo que más importa

No es la primera vez que los vecinos de El Zapillo se unen para devolverle el esplendor a su playa. A principios de abril, un grupo de voluntarios liderado por una vecina de Adra vinculada a la asociación Promar organizó una batida de limpieza en el arenal después de que un temporal de lluvia y viento arrastrara una gran cantidad de residuos al litoral. Latas, botellas y plásticos acumulados entre las rocas fueron retirados por manos voluntarias en una acción que combinó compromiso ambiental y espíritu comunitario.

Vanesa, la abderitana que ya había coordinado otras batidas en Adra y participado en acciones solidarias en otras provincias, fue quien impulsó aquella jornada. "La playa estaba especialmente sucia tras el temporal y vimos que no podíamos quedarnos de brazos cruzados", explicó entonces. Tanto su ejemplo como el de las decenas de voluntarios que se reunieron aquellos días demostraron que el cuidado de las playas no solo compete a las instituciones, sino también a los propios bañistas, quienes, en primer lugar, no deberían olvidar nada sobre la arena.