Una sacristía llena de cajas con latas de aceite de la tierra, marca Castillo de Tabernas. ¿Acaso van a ponerse a cocinar entre sotanas y biblias? Es Semana Santa y en la Catedral de Almería (como en las de todas las diócesis) se va a vivir una de las tradiciones menos conocidas de estos días del año.

Lejos de las procesiones que salpican las calles de nuestras ciudades y pueblos, en alguno de los días de la Semana Santa también se celebra la conocida como Misa Crismal. A ella acuden todos los sacerdotes de la Diócesis, quienes renuevan la promesa que hicieron el día de su Ordenación religiosa.

Pero, más allá de eso, se bendicen tres ánforas. En el interior hay aceite de oliva (en el caso almeriense, donado por Aceite Castillo de Tabernas a la Catedral). Pero, ¿para qué?

Se trata de los Santos Óleos, aceites bendecidos en la Misa Crismal celebrada en Semana Santa  (en la mañana del Martes Santo, en el caso de la Catedral de Almería) y que se utilizan a lo largo del resto del año para impartir los Sacramentos. 

Si se usan tres ánforas es porque el uso de ese aceite de oliva, convertido en Santo Óleo tras la bendición, es distinto y hay tres casos: el óleo de los catecúmenos, que se usa para ungir a quienes se preparan para el bautismo; el óleo de los enfermos, que se usa para el sacramento de la unción de enfermos; y el santo crisma, que se usa para bautizos, confirmaciones, ordenaciones y consagraciones de iglesias y altares. 

"Agradecidos a Aceite Castillo de Tabernas un año más por su donación desinteresada para tal fin en la figura de don Rafael Úbeda, siendo ya más de veinte años los que colabora con esta Catedral de Almería", agradecía a través de las redes sociales el deán de la Catedral, Juan José Martín Campos.