Un lejano día de Agosto de 1955, los empresarios taurinos Pablo y Manuel Martínez Elizondo pusieron sus ojos en la plaza de toros de Almería para organizar los festejos de aquella Feria agosteña. Algo extraño, ya que su empresa estaba (y está) radicada en el País Vasco y en el Sur de España no tenían ninguna plaza. Poca vida auguraba a la unión Almería-Cuesta-Chopera el agorero de turno.

Sesenta años han pasado desde aquello y el entendimiento entre la empresa taurina (Chopera), la propiedad de la plaza de toros (familia Cuesta) y la ciudad de Almería forman hoy día un trípode muy sólido.

El pasado viernes, los Amigos Taurinos de Almería (ATA) rindieron un homenaje tanto a la propiedad de la plaza como a la empresa organizadora de los festejos taurinos de la Feria. En el Salón Noble del Círculo Mercantil se reunieron 120 aficionados para mostrar su reconocimiento y afecto a la empresa Chopera con motivo de sus 60 años de ‘matrimonio’ con Almería’

Asistió la concejala Ana Labella, el doctor Morata, el anterior presidente Marco Rubio, el asesor Ramón Magaña, el torero Ruiz Manuel y más de un centenar de peñistas y aficionados.

Mantenedora Rocío Berenguel se refirió en su alocución a las cuatro generaciones de Choperas que han sido empresarios de Almería y a sus representantes: Ulpiano Díaz, Antonio Ródenas, Baltadar González y Ruiz Manuel actualmente.

Acto seguido, la concejala Ana Labella entregó el Anagrama de la Peña a Manuel Cuesta y Julio Gómez hizo lo propio con la distinción Relampaguito a Óscar Martínez, quienes lo agradecieron emocionados. Una cena informal puso broche de oro a la velada