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Encuentro de alumnas del colegio María Inmaculada

Además del colegio, les unía que eran internas y estudiaban en la escuela profesional del centro

Alumnas, internas, del Colegio Profesional María Inmaculada, promoción 1975 se reúnen por primera ve

Alumnas, internas, del Colegio Profesional María Inmaculada, promoción 1975 se reúnen por primera ve

Juan Antonio Barrios
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Antiguas alumnas del Colegio María Inmaculada de Almería, de la promoción 1970-75, celebraron su primera convivencia después de haber compartido muchos años como alumnas internas de la escuela profesional femenina de la capital.


El encuentro-comida tuvo lugar en la taberna El Albero, donde se dieron cita las alumnas que durante tantos años han compartido habitación y aulas en el colegio de las religiosas María Inmaculada, viniendo muchas de ellas de distintos municipios de la provincia y hasta de Barcelona, como fue el caso de Consuelo González Mercader, que junto a su esposo, regresó a Almería para vivir intensamente este encuentro.


A través de la redes


Esta iniciativa surgió después de larga búsqueda de las compañeras a través de la redes sociales, así como la posterior creación de un grupo de whatsapp, que provocó la necesidad de reencontrarse después de tantos años.


“Empecé a buscar en las distintas redes sociales de internet, Facebook y Twitter, a mis antiguas compañeras, internas en el Colegio María Inmaculada y encontré a Consuelo Salvador, Isabel Borbalán, y a partir de aquí ella creó un grupo de whatsapp, donde hemos mantenido el contacto provocando que entre todas organicemos este encuentro que propuso Pepi Gámez”, señala Consuelo González Mercader, que desde Barcelona acudió a la cita con sus antiguas compañeras y amigas del colegio.


Durante la divertida y emotiva comida se vivieron momentos llenos de recuerdos y nostalgias, donde surgieron nombres de religiosas, como la superiora de la comunidad de religiosas, la madre María Luisa. “Recordamos que iba subiendo las escaleras y andando por los pasillos, a la vez que le sonaban las llaves que llevaba colgadas desde la cintura. Algunas nos estuvimos carteando con ella hasta su fallecimiento. Era una monja muy exigente, pero siempre se preocupaba mucho por nosotras”, rememora Consuelo.


“Desde que Consuelo creó el grupo de whatsapp, hemos estado manteniendo el contacto todas, hasta que sugerí la idea de encontrarnos y celebrar una comida. A la cita han acudido muchísimas compañeras que en la actualidad viven en Almería y provincia, además de Consuelo, que vive en Barcelona”, indica Pepi Gámez.


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