Comparan a Almería con un pueblo catalán: este es el motivo
Esta localidad compartió protagonismo durante un tiempo con la provincia almeriense

Comparan a Almería con un pueblo catalán: este es el motivo. OSCAR RODBAG
Almería se destaca como uno de los mayores escenarios cinematográficos del mundo. Su desierto de Tabernas, único en Europa, ha sido el telón de fondo de icónicas producciones. Su paisaje árido atrajo a numerosos directores durante los años 60 y 70, convirtiendo a la provincia en epicentro del cine internacional, especialmente del ‘spaghetti western’. Claros ejemplos de ello son ‘El bueno, el feo y el malo’ o ‘La muerte tenía un precio’, pero también otras grandes producciones de otros géneros como ‘Lawrence de Arabia’, ‘Indiana Jones y la última cruzada’ o la serie ‘Juego de Tronos’, entre muchas otras.
Pero Almería ha sido también un modelo para otras iniciativas similares, como Esplugas de Llobregat, una localidad catalana que, aunque ahora es conocida por su alto nivel de vida y su cercanía a Barcelona, compartió durante un tiempo protagonismo cinematográfico con la provincia almeriense.
Entre los años 60 y principios de los 70, esta ciudad fue el hogar de Esplugas City, un gran plató al aire libre creado por los Estudios Cinematográficos Balcázar, diseñado para emular los decorados del Oeste americano, al estilo de Tabernas.
Esplugas City ocupaba una extensión de 10.000 metros cuadrados y contaba con más de 40 edificios. Aunque muchos eran solo fachadas, algunos, como el saloon, eran completamente funcionales. Este nivel de detalle permitió que Esplugas City albergara rodajes de renombre. La calle central, con sus 120 metros de largo y 12 de ancho cubiertos de arena, fue escenario de memorables cabalgatas y duelos.
A pesar de su éxito inicial, Esplugas City no logró mantenerse como un referente cinematográfico por mucho tiempo. La competencia con Tabernas, más conocida y consolidada como destino para producciones del género, y los cambios en la industria del cine marcaron el declive del proyecto. Además, la construcción de la autopista B-23 obligó a trasladar el poblado a una ubicación cercana, más pequeña, que tampoco logró sostenerse. En 1972, tras el rodaje de ‘Le llamaban Calamidad’, Esplugas City fue demolido. Hoy, Esplugas de Llobregat es una ciudad moderna, con un nivel de vida elevado y una identidad muy diferente a la de su pasado cinematográfico.
Mientras tanto, Almería sigue siendo un referente para los amantes del cine. Su desierto de Tabernas y los decorados que aún se mantienen en pie en lugares como Oasys MiniHollywood o Fort Bravo atraen a turistas y cinéfilos de todo el mundo, consolidándose como un destino turístico que combina naturaleza, cultura e historia cinematográfica.