“Sueño con conseguir una verdadera igualdad en nuestra profesión”
La maestra Oksana Lyniv dirige la Orquesta Fundación Barenboim-Said este lunes en Almería

La directora de orquesta Oksana Lyniv. Foto: Oleg Pavlyuchenkov
A lo largo de su carrera, Oksana Lyniv (Brody, Ucrania, 1978) ha roto con su batuta varios techos de cristal en el universo de la música clásica. En 2022, por ejemplo, se convirtió en la primera mujer al frente de un teatro lírico en Italia (el Teatro Comunale de Bologna) y un año antes fue la primera en dirigir en el foso del wagneriano Festival de Bayreuth, territorio solo para hombres durante siglo y medio.
Este domingo en el Teatro de la Maestranza de Sevilla y el lunes 30 en el Auditorio Maestro Padilla de Almería (20:00 horas), una de las más reconocidas directoras de su generación conduce la Orquesta Fundación Barenboim-Said, integrada por músicos de entre 14 y 24 años de edad. Días antes de visitar por primera vez nuestra ciudad, atiende a LA VOZ.
¿Qué supone para usted ponerse al frente de la Orquesta de la Fundación Barenboim-Said?
La idea de la música como una fuerza para la paz, como un lenguaje universal sin fronteras, me llega al corazón. Me conmueve estar aquí y conocer a estos maravillosos músicos.
Cuenta con el violinista Michael Barenboim. Será especial por su figura, por ser hijo de Daniel Barenboim (fundador junto a Edward Said de la Orquesta West-Eastern Divan) y por los 20 años de la Fundación.
Conocí a Daniel Barenboim en 2018, cuando vino a dar un recital de piano en Graz (Austria), donde yo era directora musical. Encontramos un lenguaje común de inmediato; ha sido una gran inspiración para mí en cuanto a sus proyectos internacionales enfocados en el trabajo con jóvenes. Será mi primera colaboración con Michael y me emociona trabajar con un músico tan brillante. Además, dirigir los conciertos que celebran este 20 aniversario con un repertorio tan significativo es un tremendo honor.
Sonarán obras de Berlioz, Mendelssohn y Brahms. ¿Hay un mensaje?
He elegido piezas vibrantes del Romanticismo que son, además de artísticamente gratificantes, educativas para los jóvenes músicos, permitiéndoles aprender mucho al interpretarlas. Berlioz fue uno de los compositores sinfónicos más importantes de su tiempo, y su obertura, inspirada por Shakespeare, nos invita a profundizar en la historia y el carácter de la música. La 'Sinfonía n.º 1' de Brahms es un poderoso viaje desde un comienzo trágico hasta un final triunfante, lleno de ricos contrastes. Este repertorio, con su fuerza y triunfo, nos ofrece el mensaje de que es posible creer en un futuro mejor y refleja la esperanza de que podemos superar los desafíos que afrontamos hoy.
¿Qué percibe en los jóvenes músicos que forman parte de este proyecto y que trabajan para dar lo mejor de sí mismos en citas como estas?
Estoy encantada de conocer a estos talentosos jóvenes músicos españoles. Puedo ver la pasión en sus ojos; es evidente que se toman su trabajo muy en serio y están comprometidos con la preparación de estos conciertos con gran dedicación.
¿Cómo alivian los nervios previos a salir al escenario?
Si nos preparamos bien durante los ensayos y sabemos exactamente lo que queremos expresar musicalmente no hay lugar para el nerviosismo. Construir una conexión sólida con la orquesta y dar forma a una interpretación musical unificada durante los ensayos es clave. Cuando comprendemos profundamente el carácter y la esencia de la música, lo que queda antes de la actuación es la emoción de compartir el resultado final con el público.
Y usted, ¿cómo se prepara?
Estamos ensayando unas siete horas diarias. El día del concierto trato de tomarme dos horas para explorar la ciudad que, en el caso de Sevilla, supone un icono para un director de ópera al ser el escenario de ‘Las bodas de Fígaro’, ‘El barbero de Sevilla’ y ‘Carmen’. Unas horas antes de la actuación, es crucial para mí concentrarme, revisar nuevamente la partitura y sumergirme en las imágenes y la atmósfera de la música.
Ha dirigido en escenarios de ensueño. ¿Cómo se siente al visitar ciudades más pequeñas, como Almería
Siento un gran respeto por las regiones que invierten activamente en su desarrollo cultural. Es notable ver iniciativas locales que fomentan tradiciones únicas y enriquecen la cultura regional. Por eso valoro profundamente la oportunidad de estar en Almería y aprender más sobre el panorama cultural local.
¿Qué sigue tras romper tantos techos de cristal?
Es difícil decirlo porque cada nueva actuación o proyecto presenta tanto un desafío como una oportunidad para futuras invitaciones y colaboraciones. En general, sueño con lograr una verdadera igualdad en nuestra profesión. Estoy feliz de ser un modelo a seguir para muchos jóvenes músicos y demostrarles lo que es posible.
Dirigió su primera orquesta con 16 años. ¿Imaginaba entonces una carrera como la que tiene?
Yo misma vengo de una pequeña ciudad, Brody, y mi viaje hasta aquí ha sido largo y exigente. Me ha costado mucho trabajo llegar hasta donde estoy ahora. En 2016 fundé una orquesta juvenil para músicos ucranianos con el objetivo de compartir mi experiencia y oportunidades con jóvenes talentos. Este proyecto, la Youth Symphony Orchestra of Ukraine, se ha convertido en una de las partes más importantes de mi vida y ahora es una poderosa plataforma para que los jóvenes músicos ucranianos crezcan y actúen en los lugares más prestigiosos de Europa. Es importante para mí mostrarles que todo es posible con dedicación y perseverancia.
Usted es un referente para muchas niñas que sueñan con ser directoras o músicas en orquestas de renombre. ¿Qué les diría?
Crean en su sueño, trabajen duro, no se rindan ante los primeros contratiempos y las puertas correctas se abrirán para ustedes.
Con estos conciertos de la Fundación Barenboim-Said despedimos 2024 y damos la bienvenida a 2025. ¿Qué espera del próximo año y cómo puede contribuir la música a hacer del mundo un lugar más habitable?
Nuestro mayor sueño es un futuro en paz. A través de todos mis proyectos, me esfuerzo por contribuir activamente a ello. Creo que es esencial fomentar el intercambio internacional y la cooperación cultural. Debemos aprender unos de otros y comunicarnos como iguales. Esa es la mayor contribución que el arte puede hacer para un futuro en paz.