Bajo el título ‘La Galga’, el jienense Pedro Líndez (Úbeda, 1989) invita a un recorrido plástico a través de su obra, que permanecerá expuesta en la Galería Alfareros de la Diputación (Rambla Alfareros, 21) hasta el próximo martes 18 de junio.

La colección se compone de 14 lienzos de gran formato y 16 de pequeño formato en los que predomina la técnica mixta que el autor combina con las de linóleo sobre pan de oro o la de aguafuerte al azúcar entre otras.

La temática abordada por el artista presenta las dos caras de una misma realidad: de una parte, representa la quietud de lo inerte y de otra, la vitalidad. Para ello se vale del realismo que vertebra su obra. El carácter figurativo el visitante podrá fácilmente acceder al universo pictórico de Líndez.

Centra su atención en la figura de la raza galgo, que el autor plasma en distintas actitudes que dejan entrever la personalidad del cánido que le sirve de modelo. La expresividad del animal transmite emociones que traspasan el lienzo y conectan con las humanas, salvando la distancia entre ambas y potenciando la idea de que el perro es el mejor amigo del hombre y sus sentimientos no distan tanto de los nuestros, véase como ejemplo la chispa en la mirada de cualquiera de los cuadros expuestos.

Como complemento a la vitalidad de los canes, se puede ver la quietud de la naturaleza muerta en las obras que tienen como figura central los peces. El jienense los representa desde el estatismo de la imagen que evoca la quietud de aquello que carece de vida. Su hieratismo es una perfecta contraposición de ideas que completan sus dos visiones de la naturaleza.

La paleta de colores que dan entidad al conjunto pictórico va de los grises a los rojos, color este último que en algunos casos impregna el fondo de los lienzos, lo que dota a la obra de una gran fuerza dramática que emana de la combinación de tonalidades. La cuidada selección de colores complementa las composiciones que resultan atractivas a la primera mirada.

Una colección, en definitiva, que invita a mirar el mundo con otros ojos, los de los fieles amigos de nuestra especie y la de aquellos que nos sirven de sustento.