Es un hecho que los barrios están dando numerosas satisfacciones a nuestra Semana Santa, pues algunas sus hermandades son las que están haciendo que no se note demasiado el estancamiento que se vive en el mundo cofrade en los últimos años en número de actividades, cifras de nazarenos, mantillas y demás.

Un ejemplo visible de ello es la Hermandad de Coronación, de Los Molinos, que arropada por todo el barrio, va creciendo año tras año, tanto en número de integrantes de su desfile como en su patrimonio, algo que es muy relevante en los tiempos que corren, en los que la hermandades están notando sensiblemente cómo bajan sus ingresos y presupuestos. Pero los cofrades de Los Molinos, junto con sus vecinos, siguen trabajando codo con codo para hacer una gran hermandad, como están consiguiendo y renovando sus pasos. Primero lo hicieron con el de la Virgen, y hace dos años iniciaron el paso de Misterio, que ya tiene terminado en su primera fase el tallado en madera realizado en los talleres cordobeses de José María Higueres. Para el próximo año estará dorado en su primera fase. Además, estrenaron en la tarde de ayer una custodia en el frontal.

La Virgen de Coronación, que cuenta con una enorme devoción en el barrio, también salió a las calles de Almería de estreno, con el vestido nuevo, pecherín y un pañuelo, todo ello realizado por sus cofrades, así como la imagen de una Milagrosa en el frontal del paso. Otro estreno relevante fue el estandarte, que ha sido bordado en oro por la hermana mayor de la hermandad, Loli Céspedes Carrillo. Como comentaba la camarera mayor, “todo lo que podemos lo hacemos nosotros, porque como están las cosas, es la única manera de hacer cosas nuevas e incrementar nuestro patrimonio”.

Una reflexión mariana

Minutos previos a la salida la hermana mayor, estuvo ordenando el cortejo procesional en el interior del templo, y más tarde el consiliario Gonzalo Calvo, perteneciente a la orden de los Padres Paules, que están al frente de la Parroquia de Santa María Magdalena, dirigió una reflexión mariana a los cofrades para procesionar con compostura y dar ejemplo ante toda Almería. Acto seguido comenzó la salida a las calles de su barrio, ante una enorme emoción y lágrimas.

La salida del paso del Cristo de Humildad y Paciencia estuvo genial, con un gran trabajo por parte de sus costaleras. Poco después hacía los propio el paso de Nuestra Señora de Gracia y Amparo, e igualmente se hicieron con la calle con mucha facilidad. Allí les aguardaban sus vecinos, que la acogieron con muestras de cariño, devoción y numerosa ofrendas florales. A pesar del fuerte viento que soplaba por la carretera de Níjar, la hermandad fue avanzando a buen ritmo para llegar a Carrera Oficial a la hora prevista.