La Voz de Almeria

UD Almería

Gregorio Mollejo: Pichichi a la sombra de Juan Rojas

Su ‘Chiquitillo’ hasta la muerte y para Rojas su ‘Chely’ inseparable amigo fiel

Gregorio Mollejo en los 90 cuando empezaba su etapa de entrenador.

Gregorio Mollejo en los 90 cuando empezaba su etapa de entrenador.La Voz

Tony Fernández
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Si yo les contara cuando se juntaban en el estudio de la Cadena SER: Polo, Rojas y Gregorio… Tres futbolistas que yo aplaudía desde la fila 16 asiento 36 con mi inseparable Sebastián Martínez Márquez, viendo desde la Preferencia del Franco Navarro la escalada del Almería hacia Primera División. Eso fue hace mucho tiempo cuando eran comentaristas de la Cadena Ser, ya en el presente siglo, antes, los vi crecer en el fútbol a los tres. Polo y Rojas como paisanos y a Gregorio como aquel delantero que cambió de acera cuando Cándido Gómez, ‘Candi’, fundó otro Granada al que llamó Real, que de la mano de Pepe Millán en el banquillo, llegó a competir en Tercera División gracias a los goles de un madrileño valiente por los campos de tierra.

Supe de Gregorio Mollejo en Motril, cuando mis tíos que eran directivos del equipo de la Costa Tropical, me llevaron al trofeo de verano donde se juntaron los dos Granadas y brillaba un delantero que lucía el pantalón blanco y no el azul: que también lo llevó. Lo vi marcar uno o dos goles y en la grada no se hablaba de otra cosa, porque había muchos aficionados que bajaron de la ciudad de la Alhambra y le habían colgado el cartel de polémico a un delantero que solo cambió de acera, porque le ilusionaba el proyecto y le dieron protagonismo, y en el Granada no le abrían paso. Jugó 28 partidos con aquel nuevo Granada y marcaba 8 goles que no pasaron inadvertidos.

Enrique Alés, había firmado por el Almería y no lo dudó y le echaba el guante con 26 años recién cumplidos y muchos goles por anotar. Aquella campaña se lograba un ascenso en el terreno de juego que le quitaba el Comité de Competición por alineación indebida del meta Hierro. Los 16 goles de Gregorio no sirvieron para nada ya que el famoso ‘Caso Tarrasa’ arruinó al Almería que terminaba las obras de su nuevo campo para unirse al progreso.

Gregorio llegaba para jugar en campo de tierra con el Almería.

Gregorio llegaba para jugar en campo de tierra con el Almería.La Voz

Ascensos encadenados 
De Tercera a Segunda B luego a Segunda A y finalmente a Primera siempre con goles decisivos
El caso Tarrasa 
Un error administrativo borró un ascenso y dejó sus 16 goles sin premio
La lesión fatal 
En Getafe se truncó su sueño de jugar en Primera y cambió su destino
Un goleador fiable 
Cada temporada superaba los quince goles con entrega y sacrificio
Final injusto 
Salió del Almería sin homenaje pese a ser parte de su historia más gloriosa

Un delantero fiable de cara a gol

La temporada 1977-78 Marcaba 23 goles con Enrique Alés y ascenso a Segunda División. Antes, con el estreno del nuevo campo se apuntó 16 tantos y el ascenso a Segunda División B como campeones de España. El mejor Gregorio, lo de Mollejo vino después, siempre estaba por llegar y aquella temporada de bronce acabó con el ascenso en el estadio Domecq tras gol de Juan Rojas y la fiesta en la calle con una Almería que por segunda vez en su historia tenía equipo de plata. Siempre anotaba más de 15 goles con la rojiblanca, pero aquella temporada se infló y saldaba el fútbol con su equipo la deuda del ‘Caso Tarrasa’.

El Almería del ascenso a Segunda División con Gregorio como goleador.

El Almería del ascenso a Segunda División con Gregorio como goleador.La Voz

Esa fue la mejor campaña a nivel de goles y no de juego ya que en el ascenso a Primera fue un jugador determinante anotando 9 goles hasta que una grave lesión en el campo de Las Margaritas de Getafe le cortaba el camino de la gloria. Se celebraba el ascenso con el madrileño lesionado y no tuvo cabida en la plantilla. José María Maguregui tenía otros planes para el gol y le mandaron cedido al Levante, donde jugaba 12 partidos en Segunda anotando dos goles y vuelta a casa para reengancharse al Almería de Primera que le daba la baja y se tuvo que buscar la vida en el Cartagena de la Segunda B, con el que anotaba 16 goles en dos temporadas. Una Liga en Tercera con el Almansa y colgó las botas en Segunda B con el Lorca cuando tenía 33 años.

Un triste final para una bella historia

Llegó a jugar al fútbol sala con el Ruiz Collado en Primera División pero nada fue igual. No se portaron bien con Gregorio en el Almería y aquella lesión de Getafe le salía muy cara al jugador. No le dejaron debutar en la máxima categoría por la que tanto luchó y se tuvo que ganar la vida por otros campos cuando era parte de aquella gran familia de Juan Rojas que lideraba el Almería, pero su ‘Chiquitillo’ no tenía poder a escala directiva. Su salida del Almería no fue la esperada ya que le daba mucho por los campos de tierra y en la época de esplendor del Franco Navarro.

El Almería de Segunda camino del ascenso a Primera.

El Almería de Segunda camino del ascenso a Primera.La Voz

Nadie movió un dedo por él, como tampoco por Salustiano Polo, que dejó de contar para Maguregui como los Mantecón, Zapata, Parra, Tasio… Un borrón en toda regla hacia un goleador fiable que le ponía en el campo lo que otros no tenían. Un ‘9’ de categoría que cobraba poco para lo que se pagaba en aquellos tiempos y cada temporada sus 15 goles nadie se los quitaba. Su salida del club hizo poco ruido porque aquel Almería iba lanzado por la Primera y poco importaba que Gregorio saliera del club sin un homenaje por su labor y dedicación. No se merecía ese final.

Juan Rojas lo eclipsaba todo en el Almería

El primer fichaje de Enrique Alés aquel verano de 1975 entró en el vestuario a cañón y empezó a rematar a gol esos centros medidos de un Juan Rojas al que bautizaba para siempre como el ‘Chiquitillo’. Gregorio Mollejo Rodríguez, se hizo muy importante en el vestuario del Almería y fue un almeriense para toda la vida, siempre dando la cara por los campos y presente en la vida social de la ciudad con un capitán que todo lo eclipsaba. Eran como hermanos dentro y fuera del campo. Se reían mucho y se las sabían todas. Polo, ponía orden entre ellos como un eslabón más en aquella cadena que llevó al Almería de la Regional a la Primera.

Gregorio con sus dos hijos varones Grego y Javi.

Gregorio con sus dos hijos varones Grego y Javi.Rafa Góngora

Rojas, pudo cortar el pastel de la gloria deportiva y a Salustiano Polo y a Gregorio Mollejo no le dejaron ni un trocito, porque en aquel tiempo si te lesionabas o no te quedabas bien o te mandaban a la calle para que te buscaras la vida. La lesión de Getafe lo cambiaba todo y nadie puede saber lo que hubiese ocurrido con Gregorio en el campo frente al Castellón el día del primer gran ascenso. Encadenó el madrileño ascensos de Tercera a Segunda B, luego a Segunda A y a Primera, en la que para la afición almeriense iba a ser la mejor temporada de su carrera deportiva. El ‘Chiquitillo’ lo eclipsaba todo pero Gregorio cada temporada le daba más de 15 goles a su Almería. Eterno el ‘Chely’ de Juan Rojas.

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