Tiene 42 años, ha jugado al más alto nivel en Champions League y aunque no nació en Zaragoza, sí es un maño más. Gabi Fernández llega cuestionado a la visita al Almería (sábado, 18:30 horas), y ha abierto su corazón en rueda de prensa. 

El Real Zaragoza es penúltimo con 6 puntos y solo ha podido marcar 4 goles en las ocho jornadas de Liga. Un conjunto llamado a no pasar apuros se ha topado con un inicio inesperado y el entrenador muestra su sentimiento: “Yo estoy mal. Siento por el Zaragoza. Mi hijo es de aquí. Estoy intentando sacar la situación adelante y me afectan las cosas”. A lo que añadió: “Pongo todo lo que tengo para conseguirlo y no me voy a rendir nunca. Sigo con la misma ilusión”.

Hay ruido alrededor de Gabi Fernández si no consigue una victoria en el Mediterráneo y es algo que va en el sueldo. El primero en caer siempre suele ser el inquilino del banquillo y no quiere perder tiempo en pensar en algo que no controla: “Con toda la tranquilidad. Sé como funciona este deporte y este negocio. Si los marcadores no llegan es normal que se mire al banquillo. Aquí no hay una varita mágica y los futbolistas tienen que estar tranquilos. Los resultados marcan todo”.

No podrá estar en el césped porque fue expulsado en la derrota con el Córdoba (0-1), pero Gabi entiende que se hable de su posible destitución, pero en el vestuario no pierde ni un segundo en temas que se le escapan: “No temo por mi puesto ni he pensado en ello. Mi energía está centrada en ganar en Almería. Unos pensarán que me deben echar y otros que debo continuar. Como no ha pasado, y espero que no ocurra, pues adelante”.

El problema del gol que el Zaragoza no marca

Dani Gómez (2), Samed Bazdar (1), y Sebas Moyano (1), han sido los únicos futbolistas del Real Zaragoza en ver puerta. La sequía no es por falta de oportunidades, sino de eficacia: “Son situaciones que no se pueden mejorar porque lo entrenas, pero cuando llega un partido todo es diferente”, explicó Gabi Fernández.

Comprende la incertidumbre de la afición del Zaragoza por la falta de victorias -solo una con el Mirandés- y la necesidad de salir de abajo: “Los resultados no están llegando, es así, y yo estoy fastidiado por mi sentimiento de pertenencia hacia el club. Me estoy ocupando de solucionarlo y entiendo que las dudas aparezcan si no ganas, pero debemos transmitir tranquilidad”.

La visita de Almería, clave para su futuro

Lo que vive el Almería es todo lo contrario. Facilidad para ver puerta en los pupilos de Rubi, que para el sábado podrán contar con Dion Lopy y Adri Embarba, aunque los internacionales Bruno Iribarne, Stefan Dzodic, Marko Perovic y Patrick Soko están fuera. 

“El Almería cada vez que llega hace gol, no necesita tantas ocasiones. A nivel defensivo también puede sufrir e intentaremos ser protagonistas con balón. No queremos que esté cómodo ni genere”, finalizó Gabi.