A las puertas del inicio de LaLiga y con un solo partido por delante frente a las estrellas de Arabia Saudita, en el gran examen de la pretemporada el Almería suspendía y se quedaba a las puertas del aprobado por su mejoría en defensa. Otra vez regalaba un gol al contrario y rompía la dinámica de tres partidos sin recibir un tanto. Ataque previsible: equipo sin gol. Esta es una máxima del fútbol que no la debe olvidar el entrenador porque se sigue jugando para un ‘9’ que por lo visto en pretemporada no lo es Patrick Soko al que se sobran ganas y le falta acierto.

Es cierto que se nota mucho el trabajo defensivo de todo el equipo que se ha aplicado en la tarea de no recibir goles, pero otra vez un error daba el tanto de la victoria al rival que no era superior a nivel de juego y se llevaba la victoria. El partido era un examen para los futbolistas porque el Elche va a ser la mejor piedra de toque de la pretemporada, y no está lejos el equipo de su mejor versión, pero pagaba muy caro su único error y con balones largos para Soko no basta, toca inventar algo nuevo que sorprenda a los rivales. Ya no está Luis Suárez para arreglarlo todo y se necesitan cosas nuevas.

Los dos delanteros no disparan a portería

Tomando como aprobada la línea defensiva de cara al inicio de la temporada, hay que arreglar el ataque porque el Elche solo con estar bien colocado dejaba sin remate al Almería. Se abusa del juego por la banda derecha con Arnau como encargado de dar buenos pases, pero llegando antes que el cotrario no centra bien y sus balones llegan en ventaja para los rivales. Todo lo bueno que aporta al equipo en desborde y velocidad lo pierde a la hora de poner la pelota para su nueve.

Soko, se entrega en cada partido y se ofrece, pero no le llegan balones y el Elche supo cerrar bien las bandas y por el centro no tenía opción. Luego, entraría Lázaro en ataque que sigue mejorando pero no remata como se le exige a un ‘9’ matador. No le llega a Rubi con su pareja de delanteros para la temporada porque no les surten de balones y rematan poco a portería. Son previsibles en sus movimientos y los rivales tardan poco en saber por donde hay que cerrarles el paso.

No hay una buena línea de pase y escasos centros

No se le puede llamar caudal ofensivo a lo que aporta el Almería que es mejor en ataque cuando está en el campo Sergio Arribas. Nico Melamed ante el Elche no encontraba pasillo y Leo Baptistao lo intentaba como siempre sin generar ocasiones. Las llegadas de Perovic y algunos centros con intención de Chirirno en el partido con menos remate de la pretemporada, dejaban retratado al equipo a las puertas de la competición. Ese ‘9’ que garantice goles debe estar para el inicio de la temporada porque las carencias han quedado al descubierto.

El Almería como la mayoría de clubes de Segunda lo fían todo a su hombre gol porque los partidos son igualados y se deciden por los pequeños detalles. Poco que sacar en limpio a nivel ofensivo dejaba el pulso ante un Primera que no le daba trabajo excesivo en defensa, pero en ataque supo cortar las vías de pase y tener un partido cómodo, porque en ese concepto defensivo que trata de imponer Rubi los hombres del centro del campo, salvo Sergio Arribas, llegan poco.