No se suele levantar mucho de la silla de ruedas pero hay momentos en la vida donde toca posar para la historia, y un guerrero del fútbol que nunca se rinde tiene que lucir pose de estrella, en un escenario donde quedará para siempre su huella de enorme ‘pelotero’. Como cada verano desde que regresó a la ‘Terriña’, su familia lo visita y pasados los 90, ha recibido el premio a su trayectoria en forma de una puerta por la que cada día de partido en el Nuevo Tartiere pasarán los fieles seguidores de un Real Oviedo por el que siente pasión. La historia lleva la firma de don Eduardo Gómez García-Barbón pero no les va a sonar: mejor Lalo, que así todos lo conocen.

Lalo, nació en Oviedo porque le tocaba allí, pero con su fútbol se han identificado clubes y ciudades de España. Como jugador y como entrenador su legado es inmenso y ahora lo que toca es disfrutar de la familia y lucir esa puerta para las nuevas generaciones que no saben de su etapa como carbayón ilustre. Su hijo Antonio Luis vive en Almería y cada vez que visita Asturias nos manda imágenes de un entrenador admirado en nuestra provincia. El Real Oviedo le ha rendido homenaje y el veterano entrenador muestra orgulloso a los suyos esa puerta para la historia. Pasan los años para todos pero Lalo está firme, disfrutando como buen carbayón del regreso a Primera de su Oviedo.

Tiene amigos por toda España

A Lalo se le quiere porque su fútbol es distinto a todos. Fue un entrenador adelantado a su tiempo que sabía que el pan estaba en los resultados y a ellos se llegaba jugando bien a la pelota. Nunca tuvo futbolistas ‘malos’ porque tenía un ojo clínico a la hora de firmarlos y sus clubes triunfaban y lo amarraban para tiempo pero: no se dejaba. Le gustaban los nuevos retos y cuando llevaba tiempo y cumplía su ciclo, sabía dar un paso al lado. Se lo rifaban los clubes por su sabiduría.

Ya no hay entrenadores como Lalo ni el fútbol de ahora se le parece al suyo. Cuando va al Tartiere nota los cambios de los tiempos pero la camiseta le tira y cuando el azul sale a competir está como el primero de los carbayones arrimando el hombro. Otro verano en familia con buena ‘sidrina’ que no falte y la gastronomía asturiana que se la sabe de memoria. Lalo se pone de pie ante su legado y se siente honrado y afortunado por todo el cariño que le demuestra nuestro fútbol.

Así nacía para el fútbol una leyenda viva

En la página web del Real Oviedo se puede encontrar: “Tal día como hoy, un 11 de abril, en el año 1954, debutaba Lalo oficialmente en el primer equipo del Real Oviedo, en partido de Primera disputado frente a la Real Sociedad en San Sebastián. El encuentro correspondía a la jornada vigésima octava del Campeonato Nacional de Liga de Primera División y se disputó en el estadio de Atocha. Para ese choque, en el que también se produjo el debut de otro jugador, Cuervo, el entrenador del Real Oviedo, Luis Urquiri, alineó los siguientes jugadores: Pita, Areta II, Calvet, José Luis, Luisín, Toni, Sará, Cuervo, Pacheco, Basabe, Lalo. El encuentro finalizó con el resultado de 1-0 a favor del conjunto local.

Lalo, cuyo nombre es Eduardo Gómez García-Barbón, nació en Oviedo el 14 de marzo de 1936. Se incorporó al Real Oviedo con tan solo 17 años, no sin que antes se hubiesen de resolver ciertos problemas legales derivados de su minoría edad y su fichaje por un club profesional, dada las normas vigentes entonces. Comenzó jugando en el segundo equipo del club, el Vetusta, pero pronto comenzó a compaginar su presencia en el equipo B con su participación en el primer equipo, en el cual ya se asentaría a partir de la temporada 1955-56. Fue jugador del Real Oviedo durante ocho temporadas, en las que jugó más de un centenar de partidos en el fútbol profesional, tanto en Primera como en Segunda.

En la temporada 1957-58, en la que el Real Oviedo ascendió a Primera División al finalizar la campaña como líder del Grupo I de Segunda División, Lalo se proclamó máximo goleador, con 20 tantos en 28 partidos disputados. En mayo de 2017, Lalo fue homenajeado en el palco de honor del Carlos Tartiere, durante el encuentro de Segunda División disputado entre el Real Oviedo y el Real Zaragoza. Lalo, que fue entrenador del Real Oviedo en la temporada 1978-79 y dirigió a varios equipos españoles, reside desde hace años en la villa asturiana de Luanco”.