De espejo del Almería a rozar el abismo
Guillermo Blanes tuvo como referencia a un Lleida salvado por la campana
Guillermo Blanes viendo al Almería en Segunda junto a los aficionados.
Cuando en 1989 nacía el Almería que ahora compite como Unión Deportiva, no hubo tiempo de ponerse un modelo delante, pero nada más pisar la Liga Profesional en 1995 a su fundador y buena parte de la directiva, antes de ser consejo de administración, le tiraba el club de la Terra Ferma (quieta).
Era en aquel tiempo Unión Deportiva como ahora se llama CF, un cambio que llegaba hace pocos años, y todo apuntaba a que el club iba a desaparecer después de 86 años de vida. Una deuda de 5 millones y carecer de un comprador eran las causas pero suele pasar que a última hora ha llegado un grupo inversor y el club será inscrito en la 2ª RFEF.
La plantilla, sin cobrar de forma puntual, al menos dejaba a la entidad en la categoría y le toca a los nuevos salvadores poner en marcha un nuevo plan que de larga vida al club.
Según SEGRE, un grupo inversor estatal con el que negocia el club y que es del norte de España saldaría la deuda federativa de 310.000 euros antes de expirar el plazo este lunes y los 45.000 euros correspondientes a arbitrajes y sanciones.
El presupuesto para la próxima temporada será de unos 800.000 €, la mitad del de este año, que fue de millón y medio. El grupo, con intereses en el deporte y no solo en el fútbol y contactos internacionales, empezaría a trabajar desde hoy una vez saldada la deuda federativa.
Otro de los aspectos a determinar entre el grupo que sale y el que va a entrar es la estrategia para ir abonando la deuda de cinco millones de euros con Hacienda y la Seguridad Social, además de sellar un acuerdo con el presidente actual Luis Pereira relativo a los casi tres millones de euros que aportó al club.
Nikola Milinkovic vino al Almería procedente del Lleida.
El equipo de la Terra Ferma (Tierra Quieta)
- Aquel Lleida era un modelo para la emergente Liga Profesional
- Se nutría de futbolista catalanes y balcánicos de alto nivel
- Alternaba la Primera y la Segunda siendo un rival temible en casa
- Entabló buena relación con un Almería que aterrizaba en LaLiga
- Los almerienses de Catalunya iban a Lleida a aplaudir a su equipo
Modelo
Aquel Lleida donde puso la mirada Guillermo Blanes tenía un campo pequeño en capacidad para Primera pero una forma de gestionar sus recursos que era envidiada por otros clubes de la Liga Profesional. Presupuestos racionales, sin deudas, y unos futbolistas que daban la cara. Ganar en su campo nunca era fácil y se mantenían buenas relaciones con sus dirigentes.
Blanes siempre ha sido del Barça y era fácil entablar lazos de unión con un club que en los noventa supo vivir con lo justo entre la Primera y la Segunda. El Almería llegó a ser un Lleida pero no estaba ya Blanes porque todo lo que buscaba le tocó hacerlo a Alfonso García Gabarrón convirtiendo un ‘duro seis pesetas’. Aquel Almería en las dos temporadas en Segunda ganó en Lleida 0-1 y tres empates, dos de ellos en el campo Municipal. Tan amigos.
El nuevo Lleida compite ahora en la 2ª RFEF y lucha por volver a LaLiga.
Crisis
El fútbol en Lleida no va a morir y renacerá, porque cuenta con una buena afición y un campo donde se ve el fútbol desde cualquier butaca y ha sido testigo de la época dorada del club. El nuevo grupo gestor vendría con director deportivo propio, que sería el encargado de elegir entrenador y de confeccionar la plantilla.
El técnico leridano Jordi Cortés es el único al que no dio de baja el club, por lo que podría ser el que se hiciera cargo del equipo habida cuenta de su conocimiento del club. La plantilla la podrían formar jugadores con raíces leridanas o en el fútbol catalán.
Le llega una segunda oportunidad al club catalán para seguir sumando años de historia y apostando ilusión a una fiel afición que ha sabido cantar goles de Primera División y que tuvo grandes futbolistas en aquellas plantillas para la historia.
