No se ha conseguido el ascenso a Primera, pero sí se puso la primera piedra para luchar por ello. Ganar 4-1 al Real Zaragoza supuso el cambio de tendencia, el punto de inflexión que necesitaban los profesionales de la UD Almería y también los aficionados. Quizá nadie se dio cuenta, pero cuando el árbitro pitó el final del partido comenzó una nueva vida para los rojiblancos. Pasado pisado.

Claves

Marcar dos goles en apenas un cuarto de hora y sentirse dominador de principio a fin era lo que necesitaban los jugadores para creer en sí mismos y quemar la página de los últimos ocho duelos, en especial el de Eibar. Fue posible gracias a la actitud y la aptitud. El Almería compitió porque quería subirse al tren del ascenso y aunque se mantiene séptimo, los rivales miran por el retrovisor.

Grupo

Langa, Radovanovic y Édgar hablando camino del vestuario para mejorar algunas situaciones de juego; Melamed quitándose un peso de encima con el quinto gol de la temporada; Suárez insaciable pidiendo todos los balones sin poner mala cara; y celebración conjunta tras el 4-1 de Pubill. El Almería ha dejado atrás cualquier diferencia que haya podido existir ahí dentro y se ha puesto a jugar para intentar el ascenso por la vía directa, ya que el Play Off no entra en la cabeza, de momento.

Afición

Salvo en el cambio de Lázaro, donde se escucharon algunos silbidos para el brasileño, la grada disfrutó por fin de su equipo. Desde aquel 0-3 en Córdoba no se sentía esa superioridad en el césped tan necesaria para que el deportista recupere su confianza.

Aunque fueron casi 11.000, cifra demasiado baja para un candidato a todo, seguro que a partir de ahora acudirán más conscientes de que pronto se disputarán las últimas diez jornadas. La grada valora el esfuerzo y la reacción más allá del 4-1. Una reconciliación ideal. Los 50 puntos garantizan al menos seguir en la carrera por el Play Off... Y lo que venga.

Técnico

Rubi tiene las llaves del proyecto y siente más presión que cualquier otro entrenador de Segunda. Cuenta con la plantilla más valorada a la que dio una nueva oportunidad tras el descenso traumático de Primera, aunque él no estuvo. Cuenta con el apoyo de la cúpula y los ocho partidos sin ganar le pesaban tanto que era una racha nunca vivida para él en un banquillo.

Horas y horas en su despacho buscando soluciones sin resultado hasta el sábado. Rubi también se jugaba mucho ante el Real Zaragoza y en Burgos le toca pasar un nuevo examen: el de la continuidad para darle proyección en la clasificación.

Hasta Mohamed El Assy bajó para celebrar el éxito con los jugadores. Van todos en el mismo barco.

Rivales

El Almería que cayó del trono y al que todos elogian vuelve a estar ahí. No es un conjunto cualquiera, ya que vive de impulsos y quieren subirse a la ola de los triunfos para poner la flecha hacia arriba en el tramo final del campeonato. El respeto que generan los almerienses es importante.

Dominador

Golpe sobre la mesa. Tras semanas de dudas, el equipo rojiblanco recupera la confianza demostrando que no tira la toalla en la lucha por el ascenso directo. Si está enchufado, es imparable. Con la afición recuperando la ilusión, ¿será el punto de inflexión que necesitaba para volver a lo más alto?. Las respuestas a partir del viernes en Burgos. Será el momento de la confirmación o de volver a los problemas.

Si este equipo le pone corazón y ganas lo demás sale solo. No se sabe si logrará el ascenso, pero en esta línea al menos lo competirá.