La Voz de Almeria

UD Almería

Rubi, obligado a terminar con tres centrales

La pizarra del entrenador funcionó en Ibiza

Babic.

Babic.LFP

Miguel del Pino
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Lo importante en esta maratoniana carrera hacia el ascenso del Almería es ganar. En la previa apuntábamos que en el deporte hay una cosa más difícil y complicada que ganar, seguir ganando. Y así se puso de manifiesto en la tarde dominical cuando los almerienses tuvieron que ponerse el mono de trabajo para conseguir mantener la ventaja de un gol en el electrónico de Can Misses.

El Ibiza es un equipo especialmente efectivo en el último cuarto de sus partidos, así lo viene demostrando en el curso de su debut en Segunda. Frente al Almería lo intentó, pero el buen trabajo de todo el equipo hizo posible que el cuadro indálico aumentara a cuatro el número de encuentros consecutivos sin encajar. Sin lugar a dudas una de las claves de su éxito.

No se puede decir que haya sido un triunfo brillante, pero si merecido porque hicieron el único gol legal y porque todos pusieron a disposición del conjunto sus virtudes futbolísticas, independientemente de aciertos y errores.

Una muestra de lo caprichoso que es el fútbol y de como la diosa fortuna juega a su antojo con los equipos es que en el minuto 87 Arnau estrellaba la pelota en el palo y en la jugada siguiente Cristian cabeceo alto en solitario. De la sentencia al empate como muestra de la final linea que separa el éxito del fracaso en esta categoría.

Los cambios llegaron tarde. Los primeros en ingresar al juego fueron Arnau y Appiah. El primero cumplió, el segundo estuvo desaparecido durante 14 minutos, pero fue el brillante protagonista en los minutos finales asistiendo a Arnau en la pelota del palo y matando el partido en el descuento.

Villar estuvo desconcertado, pero mejorará. Martos, cumplió como tercer central ya que desde su salida Rubi formó con defensa de cinco. Nieto suplió a Pozo y tapó bien en los último diez minutos.

Dirigió el partido el navarro Prieto Iglesias que estuvo correcto. En la jugada que sentenció el triunfo rojiblanco tuvo que recurrir al VAR, donde estaba Arcedinao Monescillo. Un disparo de Curro se estrelló en el brazo, completamente separado del cuerpo de Javi Lara y tras prolongada deliberación el árbitro señaló el penalti con el que Sousa pondría la primera piedra para un trabajado y gran triunfo. Una victoria  basada en el trabajo colectivo y en la fe y las ganas de un plantel modélico.

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