Un cambio de entrenador que sí surtió efecto
Rozada ha sumado la mitad de los puntos en el Real Oviedo

Javi Rozada en el banquillo del Tartiere.
El Real Oviedo sigue necesitado de puntos, y es que el mal inicio de competición le ha impedido despegar a pesar de los buenos números de su nuevo entrenador, Javier Rozada. Este joven asturiano dio el salto del Oviedo Vetusta al primer equipo tras la destitución de Sergio Egea. El argentino no había podido conseguir un triunfo y la paciencia de la directiva se acabó pronto. Pasaron cinco jornadas y el Oviedo era último clasificado, con tan solo un punto, logrado en casa frente al Lugo (1-1). El resto de compromisos terminaron con derrota ante Deportivo, Fuenlabrada, Mirandés y Elche. El míster canterano debutó en la sexta contra el Extremadura. Se adelantaron los azulgrana, pero uno de los mejores delanteros de la categoría, Alfredo Ortuño, rescató un punto in extremis. En el primer desplazamiento de Rozada, la Ponferradina dio la vuelta al marcador y ganó en El Toralín por 2-1. Ahí empezó el despegue los asturianos.
Remontada
Cinco semanas ha estado invicto el Real Oviedo con Javi Rozada en el banquillo. Después de caer en Ponferrada, empató en el Tartiere con el Real Zaragoza (2-2), sumó el primer triunfo de la temporada frente al CD Tenerife (0-1), igualó en casa con el Numancia (1-1), ganó en Albacete (1-2), y al Girona (4-2), hasta que el pasado sábado cortó su trayectoria positiva perdiendo en Málaga (2-1). Ocho jornadas al frente del Oviedo lleva Rozada y los números son positivos; doce puntos de veinticuatro posibles, es decir, la mitad, que le sirven para salir del descenso, con un total de trece, pero empatado con Extremadura y Lugo, que sí se encuentra en la zona caliente. Ha marcado trece tantos y encajado diez.
En cuanto a la plantilla, destaca con diferencia Alfredo Ortuño. Después de un mal inicio colectivo, el despegue del Real Oviedo coincide con la gran racha del murciano, que lleva nueve goles en trece encuentros. Contra Real Zaragoza y Girona firmó un doblete. Es el mayor peligro para el Almería este viernes.