Un poemario dividido en cuatro capítulos. Todos con un hilo conductor que los relaciona entre sí. Poemas en los que se tratan varios temas, como los miedos e incertidumbres de la vida, la rutina de las personas, o sentimientos propios de la autora. Y es que así comenzó su carrera como autora. Escribiendo sus sentimientos y canalizando todo lo que pasaba a su alrededor en papel.

"Empecé a escribir de forma más consciente de lo que hacía hace tres años y a partir de ahí surgió mi idea de tener un libro, pero ni muchos menos llegando a pensar en la magnitud de publicarlo, sino en tener una copia para mí misma y ya" cuenta Aranzazu Requena, autora de 'Un corazón saturado', para LA VOZ. 

Fue cuando empezó a tomarse más claro lo de escribir hace tres años cuando fue naciendo la idea del libro, sin un objetivo claro pero queriendo tratar varios temas de forma ordenada y con un sentido literario.

El poemario con referencias a los clásicos

Aranzazu Requena, aún habiendo escrito un poemario, confiesa que es el género literario que menos consume. "La verdad que a diferencia de lo que algunas personas pueden pensar no solo consumo poesía, además, diría que podría ser de lo que menos leo; la narrativa me gusta bastante, y ya no solo con temáticas de romance sino también con el misterio y demás."

Aún así, la joven de 21 años de Tabernas, admite que Lorca ha sido un gran referente en su vida. De hecho, en su obra, pueden verse resquicios del poeta granaíno. Mencina la autora también pequeños matices de Miguel Hernández que caracterizan su forma de escribir. Clásicos que la han ayudado a la hora de reflejar sus sentimientos en el poemario, aunque también trata temas que otras personas pueden llegar a pensar. 

"Hay veces que si me veo reflejada en el libro y otras en las que solo busco plasmar lo que otra persona haya pedido llegar a sentir, los miedos e incertidumbres de la vida y la rutina son algo que a todos nos afecta alguna vez sin tener una edad específica establecida".

Es por eso que, de este modo, cuando lo tratado en el poemario se refiere a algo de su vida personal, la autora intenta buscar una introspección más profunda o se fija en el día a día de las personas. Una introspección que necesita de una "madurez emocional", según dice Arzanzu, de los lectores de la obra. 

"No se centra en un público en específico, sino en el que tenga una madurez emocional para comprender el trasfondo de los poemas y no se centre solo en lo que en una primera lectura se puede entender". 

Pone así de ejemplo el poema 'La procrastinación de la sangre', que a diferencia de lo que se puede llegar a pensar, no trata sobre la muerte, sino lo que realmente quiere transmitir es el amor tan grande que tiene el protagonista, para el cual no es suficiente simplemente escribir con tinta y expresarlo con los medios habituales.