La Voz de Almeria

Entrevistas

La otra cara de Juan Morata, fundador y cantante de los legendarios Teddy Boys

Tuvo que someterse al “tradicional” y obligatorio examen para que el Sindicato del Espectáculo en Almería le permitiera "ejercer" como cantante

Juan Morata, un de los fundadores de Los Teddy Boys.

Juan Morata, un de los fundadores de Los Teddy Boys.La Voz

José Ángel Pérez
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Varias generaciones de almerienses han disfrutado bailando y escuchando la música de los Teddy Boys, un grupo nacido a comienzos de los años sesenta con unos componentes enganchados a la música de los Beatles y de los primeros grupos españoles que invadían el panorama musical del país. Teddy Boys tuvo dos elementos claves en su formación en el verano de 1962, Juan Miguel González guitarra solista y el cantante Juan Morata nacido el 6 de marzo de 1946 en Benahadux pero que se crió en el corazón de la Almedina. Estudió hasta cuarto de bachiller en el Instituto Mixto de la capital, pero las circunstancias mandaban y había que arrimar el hombro a la familia y casi con pantalón corto, se puso a trabajar de aprendiz en almacenes Segura de la calle de Las Tiendas. Fueron solo un par de años, y más maduro cambió de trabajo como administrativo de la empresa de Juan Núñez, pero en esos años el duende y la magia de la música ya lo había apresado.

En sus inicios el joven Juanito antes del nacimiento formal de Los Teddy Boys, tuvo que someterse al “tradicional” y obligatorio examen para que el Sindicato del Espectáculo en Almería a cargo entonces de don José Alonso le permitiera “ejercer” su vocación como cantante. Morata y otro grupo de aspirantes al codiciado carnet de “Circo y Variedades” se desplazaron a Málaga. La prueba del algodón para los jóvenes músicos era pasar el severo fielato del Teatro Ara (ya desaparecido), muy cercano a la plaza de toros de La Malagueta y escenario de este singular ritual. Ese año le tocó también examinarse al grupo granadino de Los Ángeles. Pero antes de llegar a esta reválida quedaban atrás lo inicios del cantante almeriense.

-Usted debutó en aquellos festivales musicales organizados por Radio Juventud de Almería al principio de los años 60. ¿No es así?

-Correcto, en el legendario programa cara al público “Balalín” que presentaban en el teatro Apolo los locutores Emilia Martín y Álvaro Cruz “Pototo”, dos grandes de la Radio de Almería tristemente desaparecidos.

-¿Qué recuerda del día de su debut?

-Tenía unos 14 años y aparte del nerviosismo lógico, ese primer festival me llenó de ilusión máxime cuando tras cantar la popular canción “Volare” del italiano Doménico Modugno me dedicaron una gran ovación y el jurado premió mi actuación entregándome un arco y una flecha.

-¿Como fue el examen en Málaga para obtener el carnet de cantante?

-Un tanto desigual. La primera vez me suspendieron. Canté el éxito de Bobby Solo, “Se piangi se ridi”, una canción relajada y romántica que el “maestro” pianista de la orquesta no supo darle el ritmo adecuado. Creo que no aprobamos ninguno, Tuvo que ser un año más tarde ya con Los Teddy Boys en 1966 cuando me dieron el carnet

-Juan Morata y Teddy Boys son lo mismo y junto a Juan Miguel González, hoy gran luthier, formaron un grupo y con quien empezó a cantar por primera vez acompañado de una guitarra.

-Iba todas las tardes de los domingos a la casa taller del padre de Juan Miguel y me quedaba cantando hasta quedarme afónico y allí con el tiempo fue donde se gestarían Los Teddy Boys. Juanmi tenía una guitarra eléctrica, luego se unió Manolo Barrera y más tarde Paco Carreño. Nos pusimos Los Catinos, pero ya existía un grupo catalán con ese nombre y tuvimos que quitárnoslo.

-Pero el paso más destacado para dar solidez a lo que finalmente serían Los Teddy Boys fue el fichaje de Jose del Olmo el desaparecido “Killo” sin duda el mejor batería que ha dado Almería.

-A “Killo” lo descubrimos tocando en la desaparecida Terraza Norte del paseo Versalles, junto a otros chavales y lo incorporamos a lo que serían Los Kustong embrión posterior de Teddy y Los Stukas. Se llamaban así porque era la marca de la guitarra eléctrica de Barrera y ya empezamos a tocar en los festivales de Radio Juventud de Almería, donde teníamos el local de ensayo en el salón de actos.

-Un buen día, deciden que Barrera se vaya del grupo y el siguiente fichaje fue José Amat, Pepe “El 14”.

-Surgieron desavenencias en el grupo y a partir de ese momento se sustituyó la guitarra rítmica por un órgano y Pepe Amat fue elegido como el teclista del grupo.

-Con esta formación clásica el grupo se mantuvo durante varios años convirtiendo el club Náutico en el referente de la juventud, pero luego llegaría su restructuración con el cumplimiento del servicio militar.

-Así fue, tuvimos que hacer la mili Pepe del Olmo y yo en 1969, y en 1971 se marchó del grupo Paco Carreño por razones de su trabajo entrando Chipo Martínez y un año después se incorporó Salvador Soto (DEP) en sustitución de Juan Miguel González.

-Entramos en la década de los setenta y Teddy Boys dan un cambio radical y es cuando graban sus dos únicos Lps incluyendo canciones de Chipo Martínez.

-Con esta formación grabamos los dos álbumes en Barcelona con la discográfica” Olimpo” filial de “Belter” y en el verano de 1973 salió el primer LP. “Cal y Arena” y un año más tarde “Dia a día”. Al margen de varios singles con versiones pop típicamente de la tierra, como “Almería quien te viera”, “Fandanguillo de Almería”, “La fiesta de San Juan”, “Las Gaviotas”, “Estoy soñando”, “Jenny”, “La guiri que se fue”, entre otras canciones.

-En los ochenta Los Teddy Boys recorrieron España compartiendo escenarios con todas las grandes figuras del momento. ¿Pero qué ocurre en 1982?

-En el mes de octubre decidí abandonar veinte años de mi vida con el grupo. Fue un acuerdo entre todos, la amistad y el cariño perdura, pero mi segunda etapa en la música estaba decidida. Creé la empresa de espectáculos “Pálante” convirtiéndome en agente artístico y por ahí he seguido navegando hasta llegar el momento de la jubilación…

-Pero usted sigue. Parece difícil cerrarle la boca. Los Teddy Boys de la época romántica, referentes de la juventud almeriense en los sesenta siguen todavía muy vivos…

-Bueno, lo de ahora es una forma de matar el gusanillo. Tres de los primitivos fundadores Juan Miguel González, Paco Carreño y yo seguimos manteniendo viva esa llama al que se ha unido Ramón Quirantes como batería y así, junto a exmúsicos, amigos y conocidos, esporádicamente nos reunimos para echar buenos ratos y despertar recuerdos vividos con la música.

-¿Por qué cantante ha tenido usted siempre una especial predilección?

-Hay muchos, bastantes, según las etapas de mi vida en la música, pero si tuviera qué decantarme por uno diría que Camilo Sesto. Lo conocí en el año 1969 cuando hizo el servicio militar aquí en Viator y muchos domingos cantaba con nosotros en el Club Náutico. Nos hicimos muy buenos amigos. Sentí mucho su muerte.

-A lo largo de su trayectoria profesional. ¿Cuántas canciones cree que ha podido cantar?

-Um… muy difícil contestar a esa pregunta, pero en más de veinte años en activo, calculo que han sido varios miles los temas que he podido llegar a interpretar.

-¿Hay algún tema qué se le haya atragantado o que haya sido el más difícil de cantar?

-La “invasión” de la música norteamericana y el idioma, creo que nos puso a prueba a muchos cantantes. Para mí, los temas del grupo Chicago eran realmente difíciles de cantar.

-A su juicio. ¿Cuáles han sido las tres mejores canciones de la historia de la música?

-Tres clásicas de la década de los años sesenta, “Noches de blanco satén” de The Moody Blues, “Con su blanca palidez” de Procol Harum y “Eloise” del británico Barry Ryan.

-Además de Teddy Boys. ¿Con que otro grupo almeriense le habría gustado cantar?

-Con total respeto a los grupos de Almería de mi generación, confieso que con ninguno. Llevo en el ADN a los Teddy Boys en cuerpo y alma.

Juan Morata Garcia un “ensabanao” de postín, pregonero de su pueblo Benahadux, reconocido por su enorme profesionalidad, talante y disponibilidad en todo lo que referente para aunar voluntades a favor de la música y los músicos de Almería, constituye sin género de duda, un claro ejemplo para las actuales generaciones de cantantes de nuestra provincia.

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