First Dates sigue arrasando en las noches de Telecinco. El programa continúa apostando por los encuentros a ciegas y las citas más surrealistas ocurren cada noche en el restaurante más famoso de la televisión. Pero, desgraciadamente, participar no te asegura salir de allí con pareja. Y esto es precisamente lo que le ocurrió a Eva, una escritora catalana de cincuenta años que, a pesar de seguir creyendo en el amor, parece que este no deja de esquivarla.

"Me he casado dos veces y me he separado dos veces. No es que me quiera casar otra vez, pero sí sigo creyendo en el amor. Una persona que escribe sobre amor tiene que creer en el amor", explicó la mujer, con la esperanza de encontrar al hombre de sus sueños en el restaurante de Carlos Sobera. 

En cuanto a su prototipo, señaló que le gustaban altos, guapos y morenos, ¡poca cosa! Además pidió un hombre "con valores, objetivos, que me cuide, respete y no sea infiel". Vamos, como buscar una aguja en un pajar...

El sueño de Chatay, ganar un Oscar

Carlos Sobera no tardó en aparecer con Chatay, también de cincuenta años. Estudiante, actor y escritor originario de Turquía, parecía perfecto para Ana. ¿Sus dos metas principales en la vida?:¡ "Conseguir un Oscar y publicar mi libro en español y conseguir un best seller". 

La primera impresión entre ambos resultó positiva. "Es guapetón, no está mal", comentó ella. Él, por su parte, afirmó: "La mujer me gusta. Muy guapa y elegante". 

Durante la primera charla  descubrieron que compartían la escritura como pasión. No obstante, Eva comenzó a distanciarse al no sentirse afín a su acompañante. "Me gustan más jóvenes porque soy una persona jovial y por mi carácter y forma de ser me gusta estar con chicos más jóvenes".

Desde ese momento, la cita solo fue a peor. Y es que parece que, ni la chispa, ni la conexión, apareció en su mesa esa noche."No encajamos. Yo estoy en un nivel y él en otro. No quiero decir que esté por encima, sino que estamos en órbitas o planetas diferentes", afirmó Eva. La discrepancia se intensificó cuando Chatay expresó su deseo de tener en las librerías su propio best seller, algo que ella consideró poco realista.

Cuando la edad sí importa

El gran encontronazo llegó con el sueño del turco de lograr un Oscar: "Quiero ganar algo que ningún turco ha conseguido: un Oscar", comentó él. Eva reaccionó con escepticismo y le preguntó si había participado en alguna película. "Solo en una", contestó Chatay. 

Con mucha educación, pero alucinando en colores, Ana respondió: "Por mucho que lo proyectes y quieras no quiere decir que lo vayas a conseguir. No te vayas a frustrar luego. Son palabras mayores". Además, sostuvo que, por su edad, "debería tener los cimientos de su vida más asentados".

Para rematar con una desastrosa cita, Eva dejó claro que la convivencia no formaba parte de sus planes inmediatos: "Me gusta mucho estar sola. Puedes estar viendo a tu pareja y al cabo de un tiempo intentar convivir", afirmó. Él, en contraste, expresó: "No puedes tener reglas. Eso no es amor". Como era de esperar, en cuanto terminó la cena, cada uno tomó rumbos separados. Chatay hacia Hollywood y Ana... hacia el mundo real.