Pastora Soler estuvo en El show de Bertín, un lujo para los espectadores. La cantante sevillana aprovechó su visita para repasar sus tres décadas de carrera. Para conmemorar este aniversario, lanzó un disco recopilatorio con un tema inédito y comenzó la gira "Rosas y espinas", un espectáculo que combina música y recuerdos personales.

En una charla distendida con Bertín Osborne y su amiga de la infancia, María José Suárez, Pastora compartió anécdotas entrañables. Recordó sus primeros pasos en la música, en los teatrillos de fin de curso cuando era niña. Además, contó cómo su madre solía escuchar las canciones de Juanita Reina, lo que la introdujo en el mundo de la copla. No obstante, Pastora pronto buscó un estilo propio. En ese proceso, una de las influencias más importantes fue Whitney Houston, cuya música la inspiró a evolucionar como artista.
Durante la conversación, también hubo espacio para la emoción. Pastora dedicó unas palabras a su padre, fallecido hace años, de quien heredó la vena artística. La canción "La mala costumbre" tiene un significado muy especial para ella, ya que la compuso cuando a su padre le diagnosticaron una enfermedad grave. La canción se convirtió en un himno para él durante sus conciertos, una forma de alivio y conexión con su hija.
"Es la mejor terapia", confesó Pastora sobre la relación de su padre con esa canción, que siempre fue un momento de disfrute y sanación. La cantante no solo celebró sus logros musicales, sino que también recordó los momentos que la han marcado a nivel personal, lo que la convierte en una artista aún más cercana a su público.

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