Se fue nuestro Lele
El pescador de Roquetas de Mar de la sonrisa eterna

Su simpatía habitual, sinceridad, cariño y respeto hacia los demás le han hecho acreedor del afecto popular de todo el pueblo roquetero.
El destino nos tiene señalados a todos los humanos y hoy ha sido un día fatídico para nuestro querido y entrañable amigo Lele. Nos ha dejado tras un periodo final de su vida que se ha ido agotando día tras día después de 95 años de fortaleza física, bienestar y vivencias indescriptibles. Hoy el cielo brilla más porque ha llegado una estrella resplandeciente que ha iluminado en todo su horizonte la estela, grandeza y admiración de una de las personas más buenas, nobles y querida del municipio de Roquetas de Mar que no es otro que Aureliano Fuentes Gallardo ‘El Lele’.
Su simpatía habitual, sinceridad, cariño y respeto hacia los demás le han hecho acreedor del afecto popular de todo el pueblo roquetero se ha caracterizado siempre por su solidaridad y ayuda a todos los pescadores del Puerto; originario de la histórica dinastía pescadora de “Los Guerrillas”, siempre se ha hecho acreedor de ganarse el afecto y aprecio de todos los pescadores roqueteros que hoy lloran con sentimiento y mucha tristeza la pérdida de un amigo tan entrañable como él. ¿Quién no recuerda su carácter abierto bromista y sobre todo sus gestos personales en las fiestas populares? Nadie lo olvidará en las moragas roqueteras, donde año tras año nos ha hecho disfrutar y reír a todos con su gracejo único que él sabía mostrar, sorprendiendo como nadie; y qué decir de las habituales tertulias o reuniones de amigos, donde su impronta dejaba una estela única para disfrute de los demás.
A todo esto, no se puede dejar de reconocer lo grande que fue como esposo y padre de seis hijos, además de haber convivido de manera ejemplar con su querida esposa, María Mullor ‘la Aguacila’ que seguro le está esperando en el cielo; todos sus hijos han heredado un gran legado de la nobleza y saber estar de su padre, dedicándose a la pesca en sus diferentes modalidades, que ha hecho de ellos unos magníficos y honestos profesionales.
¡Lele, te seguimos queriendo!