Los vecinos de Aguadulce han querido responder públicamente al ofrecimiento realizado por el alcalde de Roquetas de Mar, Gabriel Amat, quien recientemente expresó su disposición a “buscar soluciones conjuntas” para mejorar la accesibilidad entre la parte alta del barrio y el Paseo Marítimo. 

Lo hacen con una petición clara: que se estudie la instalación de un elevador mecánico en el único acceso de titularidad municipal, como primer paso para garantizar el derecho a la movilidad de todos los ciudadanos. 

Por tanto, los vecinos piden que se aclare cuál es ese acceso y que se estudie la posibilidad de instalar allí un elevador mecánico. “Aunque esto no sería una solución definitiva ni suficiente, sí sería un primer paso para facilitar el acceso a personas con movilidad reducida”, señalan.

En su respuesta, los vecinos insisten en que la Rambla de La Gitana, señalada por el Ayuntamiento como una alternativa accesible, no cumple con la normativa vigente. Según los informes técnicos solicitados por los propios residentes, la pendiente de esta rampa alcanza el 21%, muy por encima de los límites establecidos por el Código Técnico de Edificación (CTE), que permite un máximo del 6% para rampas de más de seis metros.

“Dejamos claro que por su pendiente no es una solución viable para la inmensa mayoría de los vecinos”, explican. Como alternativa, proponen instalar una cinta transportadora en el margen izquierdo de la rambla, en sentido de bajada al paseo marítimo, que sí permitiría cumplir con los criterios de accesibilidad.

Un recorrido de 200 metros que se convierte en más de 2 kilómetros

Uno de los puntos más críticos señalados por los vecinos es la distancia real que deben recorrer para acceder a servicios básicos. Aunque muchos de estos servicios —como el centro de salud, la farmacia o el supermercado— se encuentran a menos de 200 metros en línea recta, la falta de accesos accesibles obliga a dar un rodeo de más de dos kilómetros.

El tramo afectado, comprendido entre el Hotel Portomagno y el Puerto de Aguadulce, tiene una longitud de aproximadamente 800 metros. 

En este espacio existen cinco tramos de escaleras, de cuatro plantas, que conectan la parte alta con el Paseo Marítimo, además de la Rambla de La Gitana, que si bien no es una escalinata como las anteriores, presenta una pendiente del 21% y una acera completamente escalonada de arriba a abajo, lo que la convierte en un acceso inviable para personas con movilidad reducida.

Respecto a otras alternativas mencionadas por el Ayuntamiento, como el Paseo de Los Olmos o la bajada al Puerto Deportivo, los vecinos cuestionan su viabilidad real. “¿Han comprobado ustedes estas distancias?". 

Esto significa que un vecino que viva cerca del primer tramo de escaleras tendría que caminar casi un kilómetro solo para llegar a uno de los accesos alternativos propuestos por el Ayuntamiento, y desde allí continuar por la parte alta hasta su destino, repitiendo el trayecto a la vuelta. 

En la práctica, un trayecto de 200 metros se convierte en más de dos kilómetros, atravesando cuestas pronunciadas, tramos sin acera, aceras estrechas o con obstáculos, y desniveles que dificultan o impiden el paso de personas mayores, con movilidad reducida o familias con carritos.

“Si Mojácar tiene ascensor, Aguadulce puede tener un elevador”

Como ejemplo de solución posible, los vecinos miran hacia el Levante almeriense. En Mojácar pueblo, desde 2014 funciona un ascensor público que conecta la zona baja con el casco histórico, salvando una pendiente que en algunos tramos supera el 20%. El elevador, con capacidad para 13 personas y acceso gratuito, fue financiado con apoyo del Gobierno y la Diputación de Almería.

“Si Mojácar tiene ascensor, Aguadulce puede tener un elevador”, afirman los vecinos, que consideran que su petición no solo es razonable, sino urgente. “No estamos pidiendo un lujo. Solo queremos lo que ya existe en otros municipios de la provincia”.

Dudas sobre la titularidad de uno de los accesos

Los vecinos también han querido puntualizar una cuestión urbanística relacionada con una de las escaleras, concretamente con las que están sin construir y tapiadas y desembocan en un chalet privado. 

Según el PGOU de Roquetas esta escalinata o la salida de la que debería ser una escalinata, conecta con un espacio libre de titularidad municipal en la calle Islas Feroe. 

Sin embargo, ese espacio se encuentra dentro de la parcela de un chalet privado, adquirido en 2009, y que el terreno está catalogado como bien protegido por el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Roquetas de Mar. “La realidad difiere totalmente de la documentación oficial”, afirman.

Una oportunidad para actuar

Recordamos que los vecinos han presentado ya tres escritos: el primero en abril de 2024, el segundo en agosto de 2025 y el último, el pasado 3 de octubre, dirigido al Defensor del Pueblo Andaluz. En él denuncian la incomunicación de esta zona de Aguadulce con más de 400 vecinos afectados, pese a que el alcalde les ha mostrado disposición al diálogo, los vecinos piden una solución real y propuestas reales y efectivas.

Pese a la falta de respuestas concretas, los vecinos mantienen su disposición al diálogo y confían en llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento para conseguir el ansiado elevador. “Aguadulce tiene ahora la oportunidad de liderar un cambio real hacia un entorno más justo y accesible para todos”, concluyen.