Almería vuelve a vivir una noche inolvidable. Otro gran nombre del panorama musical a nivel internacional se suma a la lista de conciertos para el recuerdo. Marc Anthony, uno de los referentes de la música latina, se subió este domingo al escenario en Roquetas de Mar de la mano de Cabaret Festival.

Tras vivir dos noches mágicas en el Starlite Occident de Marbella con 'sold out', el cantante de origen puertorriqueño ofreció un vibrante espectáculo, de poco más de hora y media y ante 7.000 espectadores, en el Estadio Antonio Peroles, del municipio más turístico de la provincia de Almería. El mismo escenario que el año pasado acogía (con más fallos de organización que en esta ocasión) a otra estrella de nivel internacional como es Luis Miguel.

Los grandes éxitos de Marc Anthony

"La salsa se baila". Y el mensaje de Marc Anthony caló entre el público asistente, que no paró de mover las caderas durante todo el concierto. Con una gran banda que lo acompañaba y una puesta en escena sobria, el artista derrochó energía y simpatía mientras interpretaba algunos de sus grandes éxitos. 

Por supuesto, no faltaron dos de sus canciones más esperadas: 'Valió la pena' en la parte inicial del concierto y 'Vivir mi vida', como el mejor de los colofones. Otro de los momentos más especialesse vivió con la versión de 'Y cómo es el'. 'Mala', 'Flor Pálida', 'Pa'llá voy', 'Y hubo alguien' y 'Estoy enamorado' fueron otros de los temas interpretados.

Tras décadas de trayectoria, decenas de millones de disco vendidos, haber ganado múltiples Grammys y docenas de premios más, Marc Anthony sigue siendo uno de los referentes de salsa, pero también del pop y la balada romántica.

Marc Anthony estuvo arropado por sus fans almerienses, pero también procedentes de diferentes puntos como Puerto Rico, Cuba, Colombia, Ecuador, Perú, Argentina, Brasil, Paraguay o Venezuela, tal y como destacaba el también actor y compositor. Él se llevó de regalo un rosario, que lució durante parte de su concierto, y uno de sus seguidores tuvo la suerte de quedarse con las gafas con las que salió al escenario. 

El retraso de 35 minutos de la hora prevista del inicio del concierto no desanimó a los allí asistentes. A muchos de los allí presentes les supo a poco el espectáculo ofrecido y la sensación generalizada fue que: "valió la pena".