"No podíamos salir": un grupo de visitantes, sorprendidos por el temporal dentro de la Geoda de Pulpí
Una almeriense, junto a su padre, tuvo que permanecer en la boca de la mina para refugiarse del temporal que azotó con fuerza la provincia y activó la alerta roja

Las fuertes lluvias del domingo frente a la Geoda de Pulpí.
Su nombre es Chloe, tiene 16 años, y lo que pretendía ser un entretenido domingo visitando la Geoda de Pulpí junto a su padre, se convirtió en pocos minutos -y por culpa de la borrasca Emilia- en una tensa situación que le 'obligó' a permanecer en la boca de la mina durante una hora para protegerse de las fuertes lluvias de este fin de semana.
"Teníamos una visita reservada el domingo a las 11:30 horas, y la noche anterior ponía que Pulpí estaba en alerta amarilla. No le dimos importancia", detalla la joven en conversación con este periódico. El levante almeriense se encontraba durante la mañana del domingo en alerta amarilla, situación meteorológica que, por protocolo, no suele cerrar la mina, tal y como detallan a este periódico desde la Geoda. No obstante, por la tarde -y tras la activación de la alerta roja- se cerró la mina, procediendo a la devolución o reubicación de los visitantes.
La "cabaña" para guardar los cascos, el refugio
"Cuando llegamos no llovía nada, se estaba bien, pero cuando ya hicimos la visita avisaron a la guía que no debíamos salir de la cueva de la gran tormenta que había", relata para LA VOZ. Chloe y su padre habían estado en la cueva durante las primeras horas de intensas lluvias en Pulpí, teniendo que esperar -por consejo de las guías- en la boca de la mina hasta que amainase.
"No podíamos salir de lo que llovía y nos tiramos ahí dentro como media hora esperando a que aflojara, pero no lo hizo. Mi padre me dijo de salir y acercarnos a una especie de cabaña frente a la cueva donde se guardan los cascos y nos refugiamos ahí", explica la joven almeriense.

Las fuertes lluvias del domingo frente a la Geoda de Pulpí.
En esa "cabaña", Chloe y su padre permanecieron por otra media hora a la espera -sin éxito- de que la lluvia les diese un poco de tregua para poder llegar a su coche y volver a casa. Durante esa media hora fue cuando, tal y como relata la almeriense, cayó el granizo que afectó a esa parte del Levante.
La importancia de extremar la precaución
"Cuando terminó el granizo salimos corriendo al coche y acabamos empapados". Por suerte, Chloe y su padre pudieron llegar al coche sin mayores complicaciones y regresar a Almería capital sanos y salvos. Una experiencia tensa que, no obstante, Chloe no vivió con miedo: "Estaba tranquila, lo que más me preocupó, en realidad, fue el estado del coche con el granizo".
Desde la Geoda de Pulpí detallan a este periódico que en todo momento se procedió con responsabilidad y que se priorizó la seguridad de los visitantes que se vieron sorprendidos por las lluvias en mitad de la visita. El resto de grupos del día -tras la activación de la alerta roja- fueron reubicados y avisados del cierre de la mina y de la situación meteorológica.
Afortunadamente, la situación se resolvió sin consecuencias personales y la joven almeriense y su padre pudieron regresar a casa sin incidentes, dejando este suceso como un recordatorio de la importancia de extremar la precaución ante avisos meteorológicos y de la rápida evolución que pueden tener fenómenos adversos como los vividos este domingo en el Levante almeriense.