Así actúa el mejillón egipcio en la costa almeriense: la nueva especie invasora en Cabo de Gata
Se trata de un bivalvo de unos cuatro centímetros que ha llegado a la costa almeriense a través del Canal de Suez, solo unos años después de la apertura de éste procedente del Índico y del mar Rojo

Nacra o falso mejillón gigante, en el mar almeriense.
Alerta marina en las aguas del Mediterráneo en el Levante Almeriense. En los últimos días, el equipo del Programa de Gestión Sostenible del Medio Marino ha detectado, por primera vez en Andalucía, ejemplares vivos de mejillón egipcio -'Brachidontes pharaonis'- en la costa de Almería. En concreto, en la Isla de San Andrés, en Carboneras, y en el Islote de San Pedro, frente a Punta Javana, en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.
Ahora bien, ¿de qué se trata realmente y por qué se le considera una especie invasora? Vayamos por partes. En primer lugar, según ha indicado la Junta en una nota de prensa, la presencia de esta especie exótica invasora originaria del Mar Rojo es "puntual", aunque "no se descarta que se expanda en los próximos años gracias a sus larvas pelágicas y que llegue a ser más abundante, como ya ha ocurrido en otras regiones del Mediterráneo".

Muestra de dos mejillones egipcios en la costa de Almería
Más pequeño que el mejillón común
Antes de conocer cuáles son las posibles consecuencias de esta especie invasora, a la que vulgarmente se le conoce como mejillón egipcio, cabe averiguar cuál es su origen y definición. Se sabe que este molusco entró en el Mediterráneo en el siglo XIX por el Canal de Suez, motivo por el que se considera una 'especie lessepsiana' que se encuentra ya asentada en Chipre y Grecia, entre otros países.
De color marrón oscuro y claro, otro punto a tener en cuenta es que resulta "casi imposible de erradicar", ya que se oculta en densas masas de algas y cualquier intento de control "podría dañar tanto el hábitat como a las especies autóctonas con las que convive".
En cuanto a su apariencia, es más pequeño que el mejillón común -'Mytilus galloprovincialis'-, ya que no supera los 40 milímetros, esto es, unos cuatro centímetros. Se diferencia de este último por las numerosas y finas costillas radiales que recorren la superficie de su concha.
Los posibles riesgos para la costa almeriense
Los principales riesgos que conlleva son los siguientes:
- Colonización masiva de infraestructuras (riberas, tuberías, presas), lo que puede obstruirlas y comprometer su funcionamiento
- Este molusco tolera altas temperaturas y salinidad, por lo que en el Mar Mediterráneo podría suponer una amenaza a otras especies de bivalvos como Mytilater minimus
- Alteración de ecosistemas acuáticos, desplazando especies autóctonas y modificando la cadena trófica
- Alta capacidad de dispersión: sus larvas pueden sobrevivir varios días, facilitando su transporte involuntario entre distintos cuerpos de agua por embarcaciones contaminadas