Rescatan en Níjar a una tortuga marina atrapada en un arte de pesca
La intervención de los socorristas de Níjar y el Seprona salva a un ejemplar que estaba siendo estrangulado en El Playazo

El ejemplar de tortuga marina rescatado y siendo atendido en el Hospital Veterinario
Una tortuga marina atrapada en un arte de pesca fue rescatada en la tarde del martes en El Playazo, por los socorristas del servicio de playas de Níjar, pertenecientes al equipo de Cooperación 2005, en colaboración con el Seprona de la Guardia Civil. El animal presentaba lesiones graves: el aparejo casero e ilegal que lo envolvía le había estrangulado el cuello y las dos aletas delanteras, impidiéndole sumergirse o alimentarse con normalidad.
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Europa Press
Tras el rescate, fue trasladado por un trabajador de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de la Junta de Andalucía al Hospital Veterinario Guil Galindo, donde el veterinario Emilio Guil, de Equinac, le realizó pruebas clínicas y comenzó el tratamiento de urgencia.

Lesiones en la tortuga marina
La llegada al hospital
Nada más llegar, el equipo veterinario evaluó su estado. El diagnóstico: heridas severas en el cuello y en las aletas delanteras. “El aparejo de pesca la había retenido durante bastante tiempo. Era un arte ilegal, casero, sin excluidores de tortugas”, explica Eva María Morón, coordinadora de Equinac, entidad autorizada por el Ministerio para la Transición Ecológica para atender los varamientos de fauna marina en Almería.

Arte de pesca que estrangulaba a la tortuga
Gracias a la atención urgente, la tortuga fue estabilizada, aunque no pudo quedarse en Almería. Tuvo que ser trasladada hasta Algeciras debido a una situación que desde Equinac califican de “insostenible”.
Sin centro de recuperación operativo en Almería
Equinac ha tenido que cerrar su centro de recuperación con piscinas de agua salada. Y lo ha hecho, denuncian, por “pura falta de apoyo”. Durante 35 años, el centro —a pie de mar— funcionó gracias al esfuerzo del voluntariado, donaciones puntuales y el apoyo de empresas como Almerimar S.A. “Hace falta mantenimiento, turnos, profesionales que puedan atender animales a diario, en vacaciones, con protocolos. Esto no puede seguir dependiendo del voluntariado”, añade Morón.
Por esta razón, el resultado ha sido claro: el cierre del centro fue la única alternativa. Y con ella, el proceso de recuperación de animales como esta tortuga se complica. “No se les puede dar la misma atención. El animal del martes, en lugar de quedarse aquí en tratamiento, tuvo que ser trasladado a Algeciras”.

Imagen de una tortuga en el Centro de recuperación de animales marinos
Un llamamiento urgente
Morón lo resume con claridad: “Los animales no pueden esperar más”. Porque cada día hay nuevos avisos. Nuevas tortugas atrapadas, nuevos delfines varados, nuevos aparejos ilegales flotando frente a la costa. Y solo hay una red que lo sostiene todo, “la de quienes hacen esto por vocación”. Pero la vocación, señala, “no paga los turnos, ni las instalaciones, ni los tratamientos”.
Por eso, desde Equinac lanzan un nuevo llamamiento. A la ciudadanía, para que no actúe por su cuenta cuando vea una tortuga en apuros y llame siempre al 112. Y a las instituciones, para “que dejen de mirar hacia otro lado”.