Isidro Fernández Capilla, a piñón fijo
Su esposa Ana ha sido sus dos ruedas, su mejor manillar en el que apoyarse el dos veces campeón de Andalucía

Isidro Fernández Capilla junto a su mujer.
La historia deportiva de Isidro Fernández Capilla está marcada a hierro fundido en el mundo del ciclismo. Quién en Adra no haya visto o recuerde a Isidro con casi 90 años subido en su bicicleta de carreras, sería un caso raro. La bicicleta ha ido unida a su vida, su segunda mujer podría decir. Sonido radial y asfalto. No lo hacía por obligación, no, lo hacía porque era feliz. A la vejez, carretera. Hoy a sus 95 años disfruta de una relajada vida junto a su mujer, hijos, nietos y biznietos alejado de las carreteras, aunque no se pierde una Vuelta, Tour, Giro o Clásica por televisión.
Difícilmente en Adra, ha habido un corredor, al que llamamos cariñosamente ‘Cantinflas’, que despertase tanto y tanto fervor por donde pasaba, incluso ahora, cuando los abuelos les contaban a sus nietos, quién era ese anciano de pelo blanco que sonreía, y que sus palabras emanaban ciclismo recordando anécdotas de una dilatada y mítica vida en el mundo de la bicicleta para este hombre que nació en el Barrio de Cavite el 30 de junio de 1930.
Eso pone en su documento de identidad, pero Isidro, puntualiza con su memoria de elefante, que su fecha de nacimiento exacta es el 6 de febrero de ese mismo año. Lo puntualiza y corrige a que su madre, Encarnación, se encontró por entonces con iglesia o registros cerrados por aquellas fechas en un panorama bastante gris. Se quedó huérfano de padre, con tan solo 12 años junto a otros cinco hermanos más.

Puerta del Mar junto al Ayuntamiento de Adra septiembre del 1956.Toda Adra en la calle. (Foto familiar)
Su padre había sido Delegado del Puerto Pesquero de Adra y repartía ‘la taza’ de kilos de pescado en la Plaza Vieja del Mercado que transportaban en un carrillo. Llevaba la bicicleta para trabajar y vender pescado y para practicar a su vez el ciclismo.
No paraba de dar viajes por las mañanas en busca de leña por esos cerros y que vendía a 30 reales para entregar a su madre, siendo las horas de la tarde, cuando daba otras escapadas para juntar y comprarse una bicicleta. Su primera bicicleta la compró en Talleres Pepe Carpintero por 75 pesetas, lo que equivalía a un poquito menos de medio euro.
Con aquella primeriza bicicleta empezaría a cargar pescado en dos cajas con un peso cada una de unos 35 kilos junto a su hermano Manuel y cuyo recorrido transcurre por localidades como Dalias, después Berja, Turón, Benínar, Alcolea, Darrical o Lucainena.
Ha llegado hasta transportar 120 kilos en la bicicleta. Pinchazos, vientos, lluvias, penurias y caminos de pedrisco sin asfaltar. Pulmón de acero.
Le entró en vena el mundo de la bicicleta desde que era un niño. Una genética prodigiosa, seguramente, pero también una estrecha relación con la bicicleta. Porque pedalear alarga la vida, e Isidro Fernández, es el mejor ejemplo. Todo ello, le llevó a que le animarán a competir en Carreras de Ciclismo. Y así fue.
En una prueba celebrada en Adra, el empresario Andrés Linares, le ofreció competir con una bicicleta oficial de carreras. La prueba era subir dos veces por la Cuesta del Faro en un Circuito escabroso que pasaría también por El Ejido y Berja. Isidro Fernández se coronaria en aquella primera carrera en lo más alto del podio. Por entonces, Mario Moreno, el cómico mejicano estaba de moda en los cines de Adra. Alguien gritó ante aquel gentío: ‘¡Otro artista como Cantinflas!’. Y con ‘Cantinflas’ se quedó de apodo.
También le bautizaron en tierras granadinas como ‘El pelón de Adra’, al ir siempre muy corto de pelo. Aquello empezaba a coger forma de pandemia, pero de rueda. Se celebraba el campeonato de España de Montaña desde el puerto de Motril al Mulhacén. La prueba se iniciaba a las 10 de la mañana e Isidro, marchaba muy temprano desde Adra, concretamente tres horas antes del inicio de dicha carrera.
Por aquellos años el único ‘dopaje’ eran unos dátiles y un poco de azúcar para reponer fuerzas que entregaría con total confianza a Pepe Carpintero, para que se los entregara a mitad de carrera para ‘consumir combustible’. Las cosas se complicarían ya que Pepe, no se encontraba en el sitio acordado. Se habían dado cita más de un centenar de ciclistas profesionales de toda España escapándose Isidro a la altura del río Vélez.
Empezó a subir, subir, subir…y le entró una pájara que lo dejó acostado encima de la bicicleta. Quería levantarse y no podía. Tuvo la suerte que un pastor que pasaba por allí, le ofreciera un racimo de uvas terminando finalmente la carrera en séptima posición.

Disfrutando de sus Trofeos . (Foto familiar)
Apunta Isidro, que el ciclismo de hoy en día no es como antes. Antes era todo individual. Es un ciclismo de ‘Señoricos’ con sus barritas y bebidas energéticas, jacuzzi, masajes piernas, carbono; aunque reconoce que hay que darle al pedal.
En 1958 conoce a la que sería su esposa, Ana Rosario Cortés Piqueras de 18 años, curiosamente mientras a Isidro lo llevaban a hombros la multitud tras conquistar una carrera. La pareja tendría fruto de su matrimonio seis hijos; Rosario, José Manuel, Isidro, Juan Carlos, Sofia y Ana Belén, además, 12 nietos y 4 biznietos. Ana, su Anita nunca le puso ni un mal gesto cada vez que tenía que ‘abandonarla’ para competir. Si, su mujer, Ana, la que después de setenta años juntos volvería a casarse con él con los ojos cerrados. Familia humilde y emprendedora.

Isidro Fernández junto a su esposa Ana (Foto familiar)
En la Vuelta a Andalucía en el Circuito de Zafarraya, el equipo ‘La Casera’ andaba detrás del fichaje de Isidro Fernández que tenía ilusión en dicha prueba para por primera vez participar en la ‘Vuelta Ciclista a España’. Pero todo se torció con una caída cerca Vélez-Málaga cuando era líder destacado con una ventaja de más de cinco minutos por culpa de la salida en el tubular de la bicicleta, cuesta abajo, provocando su caída por un barranco.
Perdió el conocimiento y cuando pudo abrir los ojos estaba en una Clínica malagueña. La infortunada caída le provocó triple daño colateral; no ganaría la prueba, no sería fichado por el equipo ‘La Casera’ y estaría ocho años sin coger la bicicleta. Una persona excelente que cuenta cientos de anécdotas como aquella que se quedó dormido yendo en tren. Su destino era una carrera en Cabra (Córdoba) llegó a Cabra, sí pero del Santo Cristo (Jaén). Se equivocó de estación. No tuvo más remedio que coger la bicicleta y poner rumbo a tierras cordobesas por aquellas carreteras de Sierra Morena mientras escuchaba los aullidos de los lobos. Para más inri, cuando llegó a Cabra, la carrera había finalizado.
Una pequeña reseña deportiva
El 21 de junio de 1953, Isidro Fernández, de Adra, se proclama vencedor de la Carrera ciclista Almería-Alhama que fue organizada por la Obra Sindical "Educación y Descanso".
El 9 de mayo de 1954 vuelve a ganar la Carrera Huércal de Almería. Los corredores fueron en pelotón hasta pasado Benahadux, a fuerte tren, desde donde se destacó el grupo formado por Isidro Fernández, José Fernández y José López, que fueron llegando al viraje por este orden y bastantes destacados del resto de los corredores.
El 27 de agosto de 1954 se vuelve proclamar campeón en el Parque capitalino en una interesante prueba ciclista organizada por el Excmo. Ayuntamiento con motivo de las Fiestas Patronales.
Tomaron la salida siete corredores, todos ellos de la localidad quedando así la clasificación: Primero, Isidro Fernández; segundo, Manuel Giménez; tercero, José Fernández; cuarto, Francisco Garrido; quinto, José Artero; sexto, Enrique Ferrer y séptimo, Juan García.
El 22 de mayo de 1955 se celebra el Campeonato provincial de ciclismo del Frente de Juventudes. La prueba consistía en un recorrido total de 60 kilómetros a desarrollarse en el circuito Almeria-Nijar-Almeria con salida neutralizada desde la Terraza Apolo hasta la carretera de Ronda, donde se daba salida efectiva a las nueve y media, de la mañana. La prueba se caracterizó por el gran esfuerzo físico desplegado por todos los participantes que tuvieron que luchar con oposición constante del fuerte viento reinante.
Entraron juntos en Níjar, Andújar e Isidro Fernández, seguidos de Andrés Barón y comenzaba la prueba en fase interesante ya que ahora con el viento a sus espaldas las escapas y fugas iban a encontrar en el un poderoso aliado.
En estas condiciones, sin alteración se llega a Almería -el recorrido fue cubierto en esta segunda parte en menos de cuarenta y cinco minutos, lo que significa una gran positiva marca-, y dónde los participantes entraron en el siguiente orden: Primero, Isidro Fernández Capilla, de Adra", que invirtió en la prueba 2 h. 14' 12". Segundo, Antonio Andújar Oliver, de Los Molinos, Almería, en 2 h 16' 47".
Tercero, Francisco Vicente Borbalán de Los Molinos, que invirtió 2 h 16' 47" y a continuación se clasificaron, Andrés Barón Martínez, de Benahadux, y José Fernández Sánchez, de Los Molinos.
Si no lo paran aún estaría corriendo
En el 'V Circuito a la Alpujarra' celebrado en 1956, Isidro Fernández, cruza primero la meta y en la que tomaron parte corredores de Madrid, Jaén, Granada, Málaga y Almería. Una carrera durísima con un recorrido que comprendía con salida desde Almería-Albuñol-Adra-El Ejido-Beninar-Lucainena-Laujar de Andarax-Canjáyar-Fondón-Beires-Almócita-Padules-Rágol…y meta en la Puerta Purchena de la capital almeriense.
La victoria en individual del abderitano fue incontestable ante un publicó enfervorecido que llenaba las calles y en la que invirtió 4 horas,31 minutos y 50 segundos, seguido por Ángel Molina (Madrid), Juan Bueno (Granada), Francisco Tarifa (Granada) y Tomás Casas (Madrid) Le obsequiaron de premio una Copa, un reloj, mil pesetas y lo sacaron a hombros por todo el Paseo de Almería. Carreras que eran infernales, y el ‘que la pillaba era para el’ a pulmón. No hay descanso.
Una semana después, en los días 8 y 9 de junio de 1956 tendrá lugar el VIII Gran Premio Ciclista de Andalucía, organizado por la Unión Velocipédica granadina. Aquí le bautizan como “El Pelón” y donde el resto del pelotón le avisaba: ¡No vayas a empezar a pegar tirones!Ya sabían de su potencial.
El corazón de Isidro Fernández es una hidroeléctrica. La expresada carrera tenía carácter nacional con un recorrido Granada-Almería, con control de aprovisionamiento en Adra, de cuarenta y cinco minutos, siendo el total de kilómetros 201. Veinticuatro corredores representaban al ciclismo de Granada, Madrid, Murcia, Córdoba, Almería y Mérida.
En 1957 se multiplican las carreras ciclistas organizadas por Educación y Descanso. Por la Jefatura de Deportes de la Obra Sindical de Educación y Descanso, se continuaban preparando las pruebas deportivas que encuadradas en los "I Juegos Deportivos Sindicales" que habían de disputarse en la Feria capitalina.
Los equipos de Granada, Málaga, Córdoba, Motril y Almería efectuaban su inscripción, a requerimiento de la Asesoría de Ciclismo de la Obra, dos equipos de Madrid y uno de Cádiz, figurando con este último los destacados corredores gaditanos Hernández Cobos "Pinchi" (campeón provincial) y Sánchez Suárez. Por otra parte, el equipo abderitano, que capitanearía el entusiasta Isidro Fernández, con Corrales, también se alineará.
En el ciclismo almeriense brotaba una firme promesa y estaría por lo tanto representada en esta importante prueba por un destacado corredor, cuya clase y facultades físicas lo acreditaba recientemente con ocasión del Circuito a la Alpujarra. La llegada de los corredores a la meta, que fue instalada en el Paseo de Almería, frente al Kiosco de la música. Las circunstancias de la vida hacen que Isidro Fernández deje las competiciones oficiales para dedicarse a su trabajo y al crecimiento de sus hijos.
Pero…Con 52 años se vuelve a vestir de corto. Su familia no da crédito a esa edad para subirse de nuevo en una bicicleta. Participa una vez más en la Subida al Cerro de San Cristóbal, desde la Puerta de Purchena, correspondiente al Campeonato Provincial de Ciclismo contra reloj individual. La participación fue numerosa y hubo un buen nivel. Entre los campeones en las diferentes categorías se encontraría Isidro Fernández Capilla (Adra), en veteranos B.
El ciclista abderitano vuelve con fuerza a las competiciones en 1982. Es un ciclón. Con motivo de las fiestas de la barriada de La Cañada, se disputó el III Trofeo «San Urbano», que constituyó un gran éxito de participación, ya que tomaron la salida casi medio centenar de corredores de Jaén, Granada, Murcia y Almería. El circuito comprendía La Cañada, Costa-Cabana, Colegio Universitario y La Cañada. En Veteranos categoría «B», Isidro Fernández, tras una bonita carrera se impuso a Manuel Rodríguez y Arístides Valero.
Isidro Fernández, campeón de Andalucía de veteranos
Con más de cincuenta años le lleva a competir al Campeonato Andaluz en Granada. Se viste de corto y se proclama Campeón de Andalucía de Veteranos.
En Linares, también, el domingo 22 de agosto de 1982, se celebra el Critérium de Andalucía de Veteranos, prueba que constituía el Campeonato de Andalucía y a la que concurría lo mejor del ciclismo veterano andaluz. Almería envió a tres veteranos «B» y a cuatro «A». Desde un principio, los corredores almerienses, realizando una magnífica labor de equipo, controlaron la carrera, llevando el mayor peso de la. misma, Eduardo Arévalo, Antonio Galván y Francisco Ibáñez. Hay que lamentar las caídas sufridas en la última vuelta por Manuel Rodríguez y Francisco Ibáñez.
En Veteranos «B», tras una magnífica carrera, se proclama campeón de Andalucía Isidro Fernández (Almería) y subcampeón, Arístides Valero (Muebles Domínguez).
Queda documentado que con una edad avanzada Isidro pulveriza récords. A primeras horas de la tarde del domingo del 29 de agosto de 1982, en el circuito urbano del Paseo capitalino, con numerosa afluencia de espectadores que aumentó conforme se seguían las pruebas, se celebró el V Trofeo «Virgen del Mar» de Ciclismo. Almería está en Feria. En categoría «B», primero, Isidro Fernández Capilla; 2, Arístides Valero; 3, Cayetano Martín y 4, Prudencio Valdivieso Ramón.

Subida al Trebolar a sus 83 años subió y escaló como los ángeles (Foto familiar)
Casi consecutivamente participa en la I Vuelta a Roquetas de Mar y en el XXXIV Gran Premio Ciclista de Baza, en el que tomaron parte 95 corredores aficionados, juveniles, cadetes y veteranos «A» y «B».
El 24 de octubre de 1982, domingo, y con un clima primaveral y gran número de espectadores, se celebró en la bonita localidad de Huércal-Overa, la prueba ciclista programada dentro de sus fiestas patronales, con participación de corredores de varias provincias.
Se dio la salida a las diez de la mañana, para cubrir las 20 vueltas del duro circuito urbano por donde habría de transcurrir la misma, iniciándose desde el primer momento los intentos de fuga por parte de varios corredores, siendo neutralizados éstos por el resto del pelotón y haciendo así más vistoso e interesante este bonito espectáculo, por primera vez celebrado en la localidad huercalense.
En línea de meta y disputada al «sprint», la clasificación- quedó como sigue: En Veteranos B, 1, Isidro Fernández (C. C. Alejo) y.2, Francisco Martínez Torres (C.C. A.). Durante la prueba se produjeron varias caídas de las que salieron peor parados los corredores Guillermo Verdejo (Galerías Jumi) y Fidel Castro (C. C. Alejo). Esta carrera fue organizada por el Club Ciclista Almería.
En la mañana del día de Navidad, en el Paseo de Almería se celebra el Trofeo de Navidad de Ciclismo, con el que se pretende impulsar aún más dándole carácter permanente en estas fechas navideñas. La prueba estuvo patrocinada por el Ayuntamiento de Almería, contando con la colaboración de diferentes comercios de la ciudad y de La Cañada (Premio Especial «Antonio Molina») y promovida por el Grupo Ciclista «Muebles Domínguez». Finalmente, en «B», Isidro Fernández Capilla (C.C. Alejo), se impuso a Cayetano Martín y Arístides Valero del (M. Domínguez).
El 29 de mayo de 1983 el abderitano obtiene un nuevo éxito en el IV Trofeo «San Urbano» de La Cañada.
De auténtico gran éxito, en todos los aspectos, organizativo, de participación y de público, que desbordaba los tramos principales del recorrido, podernos catalogar, el IV Trofeo «San Urbano», que, con motivo de las fiestas de la barriada de La Cañada, se llevó a cabo el domingo, organizado por el club ciclista del barrio.
Casi cien corredores (noventa y siete para ser exactos) tomaron la salida, pertenecientes a diez equipos, en las categorías de aficionados (especial, primera y segunda), juveniles, cadetes, veteranos, benjamines, alevines e infantiles.
La organización fue perfecta: magnífico vallado de la línea de meta, sin incidentes en el recorrido, gracias a la labor de la Policía Municipal y Guardia Civil de Tráfico y brillante entrega de trofeos, en la Terraza «Castilla», abarrotada de público. Los ciclistas participantes pertenecían a equipos de Murcia, Córdoba, Jaén, Málaga, Granada y Almería, repartiéndose en premios en metálico cerca de 130.000 pesetas, además de infinidad de preciados trofeos.
De nuevo, en la «B», el primero en cruzar la meta, Isidro Fernández Capilla (Peña Abderitana); 2, José Ibáñez del Águila (C. C. Almería) y 3, José Rodríguez Miras (C. M. Mingo).
La entrega de premios la realizaron los presidentes, de la Federación, Francisco Fuentes Gallardo y del Club Ciclista La Cañada, Juan Antonio López Rodríguez. Un gran éxito, que hace del trofeo «San Urbano», una de las mejores pruebas realizadas en Almería.
El domingo 12 de junio de 1983 se celebra en Córdoba el Critérium andaluz de veteranos con un recorrido total de 100 kilómetros. No es un buen día para Isidro Fernández, En la categoría «B», junto a Arístides Valero, controlaron las intentonas de escapada, hasta que sufrió una caída Isidro, perdiendo contacto con la cabeza.
La clasificación de los almerienses de forma oficiosa fue en categoría «A», 5, Juan Piedra (M.A. Molina) y 6, Eduardo Arévalo (Mingo) y en «B», 7, Arístides Valero, (C. C. La Cañada) y 17, Isidro Fernández (C. C. Alejo Adra).
Reaparece consecutivamente con un doble tercer puesto final en el VI Trofeo «Virgen de Mar» de ciclismo y en el Gran Premio de Retamar en el último fin de semana de julio del 1983. Donde curiosamente en aficionados participa, Juan Martínez Oliver (Dormilón Madrid).
En septiembre de 1983 se adjudicó el II Gran Premio Ciclista «Ciudad de Adra», que con motivo de las fiestas de la Virgen del Mar y de San Nicolás de Tolentino se corrió en la localidad abderitana, organizado por la peña Ciclista Abderitana y el C. C. Almería, con el patrocinio del Ayuntamiento. Participaron 48 corredores de varias provincias. En categoría «B», 1, Isidro Fernández Capilla (Peña Abderitana), 2, José Rodríguez Miras (Plastimer); 3, José Ibáñez del Águila.
Un mes más tarde, se proclama vencedor en el Campeonato Provincial de Montaña celebrado en Enix. Isidro Fernández Capilla (Alejo Adra). Para finalizar el año, en la capital almeriense, participa en la carrera del pavo del Trofeo de Navidad consiguiendo el segundo puesto en Veteranos. Se viste de corto en 1984 en el I Campeonato de Ciclismo “Costa de Almería” y lo hace participando independientemente, consiguiendo en Veteranos B el Trofeo con una gran actuación. Fue el deportista de mayor edad en completar la prueba.
En agosto, de ese mismo año, toma la salida en el VIII Campeonato Provincial de Montaña contrarreloj del Circuito del Cerro San Cristóbal doblegando a sus rivales. Almería entera se rinde al corredor abderitano que le otorga un más que reconocido premio especial por sus brillantes actuaciones en todos los campeonatos en los que había participado ese año.

En la peña Ciclista Velocipédica granadina, con Jiménez Quiles y los hermanos Bravos, rivales en sus tiempos. (Foto familiar)
Es un no parar. En la carrera organizada por la Federación granadina de Ciclismo, que se desarrollaba por las localidades de Ugíjar, Albuñol, Adra, Berja, Cherín y Ugíjar, Isidro Fernández Capilla (de bicicletas Arístides) tuvo una gran actuación, tanto que, a pesar de haber sufrido una tremenda caída como consecuencia del reventón de un tubular durante la bajada, consiguió recuperar el tiempo perdido alcanzando al primer clasificado. Para cerrar el año se proclama vencedor del Gran Premio A.C. El Alquián.
Hasta hizo de Sereno con motivo de la salida del río el 19 de octubre de 1973. Le había pillado amarrando tomates cercanos a la carretera de La Alquería y echó a correr “a grito pelao” barrio arriba avisando a todos los vecinos: ¡El río, ha salido el río!
En el 2017 en un descuido le sustrajeron la bicicleta. Lloraba como un niño chico. Daba hasta dinero por volver a recuperarla (aún estamos a tiempo, amigo de lo ajeno) ya que consistía en una reliquia que le había acompañado durante muchos años. Un hijo de dos ruedas.
Nos pusimos a colaborar por Radio y buscar alguna pista, pero no hubo pista aluna Eso sí, el ayuntamiento abderitano en 2022 le otorgó el honor de inaugurar en su Adra natal un tramo del nuevo carril bici de cuatro kilómetros, fue, uno de los encargados de descubrir la placa como así lo testifica. Isidro, para todos aquellos que le hemos conocido, era, es y será considerado una institución en el mundo del ciclismo para abderitanos o no.
Pese a su avanzada edad no paraba de ir a trabajar a su huerto para sembrar y cultivar patatas junto a olivos. Para Isidro, no ha habido ciclista como Federico Bahamontes; para muchos como nosotros, nunca habrá otro como Isidro Fernández Capilla.