“Éramos la solución y ahora somos el problema”. Son palabras del presidente de la asociación Codenaf, Mohamed Bentrika, sobre la situación actual de los inmigrantes en nuestra provincia. Palabras que no se alejan de realidades como que, si bien hace solo tres años seis de cada diez almerienses pensaban que los extranjeros hacen una importante aportación al desarrollo económico de la Comunidad Autónoma, este año solo cuatro de cada diez apoyan esta afirmación.

Se trata de datos extraídos de la encuesta ‘Opiniones y actitudes de los andaluces ante la inmigración’, realizada en los primeros meses de este año por el Observatorio Andaluz de las Migraciones, organismo dependiente de la Junta, que alerta de que la nueva situación económica podría estar cambiando el concepto que la ciudadanía tiene de los inmigrantes.

El estudio realiza un análisis andaluz y especifica algunos datos por provincias. Entre ellos, indica que si el balance global que se realizó en 2008 sobre la opinión que los almerienses tienen de la inmigración “era ampliamente positivo, en 2011 toma valores negativos”. Así, como quieren explicar las palabras de Bentrika, si hasta no hace tantos años estaba extendida la creencia de la importancia de la mano de obra inmigrante en ciertos sectores de la economía, actualmente solo cinco de cada diez personas lo cree, una cifra que ha ido bajando durante los últimos años.

La opinión de los almerienses sobre el acceso a la sanidad de los extranjeros es otra de las claves para analizar la aceptación que la ciudadanía tiene de la inmigración. En este sentido, el 74 por ciento de los almerienses dice estar de acuerdo, aunque el 12 por ciento indica que solo deberían acceder si cotizan, el 6 por ciento piensa que deberían poder hacerlo solo si viven en Andalucía y el mismo tanto por ciento se muestra totalmente en desacuerdo con que los extranjeros accedan a los centros sanitarios.

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