Un familiar del alcalde de Adra ha puesto a la venta en Internet por 250.000 euros el chiringuito de propiedad municipal que le había sido adjudicado. José Manuel Cortés Rodríguez, sobrino del alcalde Manuel Cortés y cuñado del concejal de Seguridad César Arróniz, es socio de Chiringuito Mirador del Mar SL, la empresa que en 2013 logró la concesión para explotar el kiosco durante un periodo de cinco años.

Sin embargo, tres años después de que le fuera adjudicado, lo ha puesto a la venta en un portal de Internet, a pesar de que es propiedad del Ayuntamiento de Adra. Se trata del kiosco Kairos, uno de los tres chiringuitos construidos en el Pago del Lugar, la zona de expansión urbanística situada junto al paseo marítimo de la playa de San Nicolás. El canon anual fijado para este establecimiento municipal, según recoge el edicto de adjudicación, es de 1.080 euros.

Hace dos semanas, José Manuel pedía por el chiringuito un cuarto de millón de euros en una web nacional, y también ofrecía la opción del alquiler a quien estuviera interesado en adquirirlo: 12.000 euros al mes por el arrendamiento. Cuando este periódico informó sobre el anuncio el pasado 27 de marzo, fuentes municipales aseguraron desconocer que el kiosco estaba en venta. “No se puede vender”, confirmaron en el Ayuntamiento, y declinaron realizar cualquier otra valoración. Poco después, el enlace a la web quedó bloqueado.

El sobrino del actual alcalde y cuñado del concejal de Seguridad es socio de la empresa que gestiona el Kairos, tal y como figura en el registro mercantil. También fue la persona a la que el Ayuntamiento le adjudicó la concesión y la explotación de este kiosco, en la parte más occidental del Pago del Lugar, según la documentación municipal a la que ha tenido acceso este diario.

El anuncio que incluía la  venta del chiringuito Kairos fue publicado el pasado 15 de marzo. El texto ofrecía todo tipo de detalles: “Totalmente equipado en mobiliario, maquinaria, vajilla, utensilios, etc. Almacén de madera exterior, toldo de 49 metros cuadrados con terraza exterior y una interior de 40 metros cuadrados. Adecuado para trabajar todo el año”.

No abren todo el año
De hecho, y según figura en el objeto de la concesión, el chiringuito debería abrir “durante todo el año”. “El objeto del contrato es la concesión demanial de una porción de dominio público para uso privativo y destinada a la explotación, con caracter permanente, es decir durante todo el año, de un establecimiento tipo quiosco destinado a la actividad de bar-cafetería, en la forma y con las condiciones que en el presente pliego se establecen”, establece la primera página de las cláusulas que rigieron su concurso.

Pero no es así. Aunque el objetivo es prestar servicio de hostelería junto a la Playa de San Nicolás durante todo el curso, los tres chiringuitos permanecen cerrados la mayor parte del año (como puede apreciarse en las imágenes, tomadas la semana pasada). Con su instalación, el actual equipo de Gobierno (PP) quería potenciar el turismo impulsando una oferta hostelera en esta zona de expansión urbanística situada junto al mar.

Para ello, en 2013 sacaron a concurso público la concesión de los tres kioscos, siendo alcalde el popular Enrique Hernando. La duración de la concesión del chiringuito es de cinco años, prorrogable año a año hasta un límite máximo de 5 años. En el capítulo de sanciones incluido en el pliego de cláusulas adminitrativas se considera como sanción “muy grave” el “incumplir lo dispuesto en el articulado” del propio pliego.

Cortés: “Está en manos del servicio jurídico”
El alcalde de Adra, Manuel Cortés (PP), aseguró ayer a este periódico que pondrá el caso de los chiringuitos en manos de los servicios jurídicos del Ayuntamiento por si pudiera existir algún tipo de irregularidad en la concesión.

“No conozco las condiciones del pliego porque no estaba en el Ayuntamiento cuando se adjudicó, pero si hay que tomar medidas, se tomarán”, aseguró. Cortés recordó que él no formaba parte del equipo de Gobierno en 2013, año en el que se adjudicó el chiringuito Kairos, gestionado por una empresa de la que es socio su sobrino, cuñado a su vez del concejal de Seguridad, César Arróniz.

“El Ayuntamiento le notificará que no puede ponerlo en venta y los servicios jurídicos municipales serán los que tomen una determinación”, avanzó Cortés.

Al ser preguntado por los motivos del cierre de los quioscos durante la mayor parte del año (algo que va en contra del objeto de la concesión), el alcalde reconoció que no conoce “las condiciones de la concesión”.