El Día de los Difuntos, una semana después
Una tradición que se sigue repitiendo y que se remonta, cuando menos, al siglo XIX

Cementerio de Cuevas del Almanzora, en el Levante almeriense.
Cuevas del Almanzora tiene una tradición peculiar que probablemente no la tenga ninguno de los demás pueblos de la provincia de Almería y quizás de España. Cuando todo el mundo honra a los fieles difuntos entre los días 1 y 2 de noviembre, en el municipio cuevano esa tradición tiene lugar cada año el día 9 de noviembre.
Como todo tiene un por qué, según el recientemente nombrado cronista oficial de Cuevas del Almanzora, Enrique Fernández Bolea, se suele hablar de conjeturas, ya que no se tiene hasta la fecha constancia escrita.
Antecedentes
Esas conjeturas llevan a pensar que en dicha localidad se establecieron en el siglo XVII una comunidad de frailes franciscanos que estuvieron ubicados un año en le Ermita de San Diego y el resto del tiempo en el convento de San Francisco, hasta que, debido a la desamortización, fueron expulsados de dicho convento en 1837.
Esta comunidad religiosa hizo que se realizara una novena en honor a los fieles difuntos, novena que comenzaba el mismo día 1 de noviembre y finalizaba el día 9 de ese mes con la misa mayor en el propio cementerio.
Otra conjetura es que una epidemia de fiebre amarilla ( de las que hubo varias) o de cólera morbo (hubo una en 1831) provocó un hacinamiento de cadáveres en el cementerio. Como consecuencia, el Cabildo pidió a la congregación franciscana que estableciera la novena que antes se ha mencionado.
Cambio de fecha
De ahí que los habitantes de Cuevas del Almanzora sigan aferrados a esa tradición y el día 9 se acercan al camposanto para honrar a sus familiares y amigos difuntos.
Este año, tras el recorrido por los distintos panteones y nichos del cementerio, a las cinco de la tarde se celebró en la explanada central del cementerio la santa misa por el eterno descanso de todos los que yacen en ese camposanto de la comarca del Levante almeriense.