La Noche de los Candiles de Almócita se celebró el sábado con gran éxito de participación y ambiente. Este año contó con más candiles que nunca. Al ya famoso candil que preside la plaza de este bello pueblo alpujarreño se le ha sumado este año medio centenar de candiles de chapa realizados ex profeso para esta cita por un herrero de la zona. Estos candiles han sustituido las antorchas que los años anteriores se colgaban de las paredes  por las calles del itinerario.

Según Francisco García, Alcalde de Almócita, este año ha acudido también más gente, en parte debido a otra novedad, la apertura del primer camping del municipio, el cámping de Almócita que ha podido acoger a cuarenta vehículos con sus visitantes.

Una tercera novedad ha sido el concurso de fotografía, que ha tenido como ganador a Enrique Salvador, de Padules. En segundo lugar quedó Pablo Márquez y en tercera Elvira Mínguez. Este concurso ha tenido la originalidad de ser “en el acto”, casi instantáneo. Las fotografías realizadas a lo largo de la noche se entregaron ayer hasta las 11,30, cuando se exhibieron en una pantalla ante el público, el que votó los ganadores.

Evolución de la fiesta La fiesta tuvo un preámbulo el viernes pasado, con el inicio del taller de candiles con materiales reciclables en el teatro del municipio. Seguidamente, tuvo lugr el encuentro con los grupos de música en el teatro. El sábado continuó a las once de la mañana el taller y luego a las siete de la tarde actuación del  grupo Pylar.

Fue a las nueve, con la llegada de la noche cuando comenzó lo fundamental de esta fiesta única y singular, el apagado del alumbrado eléctrico y encendido del candil mas grande del mundo y de los candiles del pueblo.

A partir de ese momento el fuego, la noche, la música y la danza se convirtieron un año más en los elementos indisociables de Almócita. Actuaron el grupo de música tradicional “los Tres Caños”, el pasacalle de fuego dl grupo Yera, hasta las eras. Avanzada la noche se recibió a la primavera en las eras del pueblo a cargo del grupo musical “Cuélebre” y  de danza “Paso a paso”. Vuelta hacia el pueblo guiados por el pasacalles de fuego. El arpista Victor Santal, el grupo Trobar de Morte” alargaron la noche hasta que ya a las tres de la madrugada comenzó en el restaurante “rincón de Almócita” la rave  a cargo de un DJ que hizo recordar a los presentes que la electrónica no se riñe con la magia del fuego y los ancestros.