Dos actores: el río Aguas y su acuífero subterráneo en Sorbas que se está secando, fenómeno reconocidopor técnicos, políticos y vecinos. El segundo es una enorme plantación de olivos en Tabernas, a cuyo riego intensivo señalan algunos de los anteriores testigos como causante principal de la aceleración de esa desecación.
Ahora intervendrá un terecero, el Fiscal de Medio Ambiente, quien investigará si los permisos de esta plantación de 600.000 olivos fueron dados de forma legal por la delegación de Medio Ambiente de la Junta.  Así se lo comunicó el 5 de febrero en un escrito el mismo a José Rivera Ménéndez, presidente del Grupo Ecologista Mediterráneo (GEM)  quien interpuso el 15 de septiembre una denuncia argumentada. Las diligencias de investigación tienen ya el número 145/14.

Sospechas Los hechos denunciados en ese escrito antes el Juzgado de Instrucción Decano de Almería apuntaban varias supuestas irregularidades en la concesión de licencias a esta explotación intensiva de regadío de 600.000 olivos en  350 hectáreas en Tabernas  promovida por Gespater, S.L. El escrito denunciaba la ausencia de “la obligada y previa evaluación de impacto ambiental y sin que cuente con derechos de uso de agua correspondientes para ello” de la explotación agrícola. También se indicaba que “el proyecto real de 350 ha se ha fraccionado en al menos tres proyectos con una superficie individual inferior al umbral de las 100 hectáreas cuyo objeto no puede ser otro que el de eludir la exigencia de evaluación de impacto ambiental” y estos fueron presentados por el mismo promotor.
El presidente del GEM sugería que es fragmentación es un ardid del promotor de la finca para eludir las exigencias medioambientales y consecuencias sobre la posibilidad de riego, para lo que apelaba al anexo I del Real Decreto Legislativo 1/2008 y el artículo 7.1.a de la Ley 21/2013.

Otra maniobra La clave es el agua. Ya que sobre los derechos de agua, el escrito de Rivera también llamó la atención sobre el cambio de proyecto de olivar “en regadío” al de secano tras  un informe en el que se objetó la inexistencia de derechos de uso de agua, el promotor cambió formalmente el destino el 27 de febrero de 2013 a "olivar de secano" sin alterar materialmente el proyecto de regadío.
“El cambio de la mera literalidad del destino y la anuencia de la Delegación Territorial, no puede tener otro objetivo que el de evitar el análisis y objeción al cambio de uso por no contar con derechos de uso de agua para la ejecución del proyecto”, afirmaba en su escrito a fiscal el presidente del GEM.
Para el Grupo Ecologista Mediterráneo, “la tramitación y el otorgamiento de estas autorizaciones sin la exigencia de una evaluación de impacto ambiental relativa al proyecto real  constituye una conducta contraria a la ley de manera manifiesta”. El GEM apunta a  los funcionarios públicos intervinientes y señala que pueden haber incurrido en delito de prevaricación.

Los Molinos  Esta actuación ciudadana y judicial que ha dado fruto e influido en el Fiscal de Medio Ambiente  se une a la actuación política que desde hace meses vienen  protagonizando los vecinos de Los Molinos del Río Aguas,  una idílica aldea de Sorbas, donde viven de forma armonizada con la naturaleza decenas de vecinos, muchos de ellos extranjeros noreuropeos, como su portavoz, David Dene.  Este ha viajado ya en dos ocasiones al Parlamento Europeo para recabar apoyos para evitar la desecación del manantial que desde hace siglos fluía en en rincón paradisiado y desconocido de Almería. A ellos se han sumado recientemente otros grupos ecologistas, asociaciones y partidos.