La Asociación de Vecinos de Las Colinas presenta esta tade una nueva vocalía que se dedicará a gestionar los casos de “estafas inmobiliarias”. Esta nueva iniciativa responde a la necesidad de apoyar a un grupo de socios del colectivo que tienen una peculariedad: no residen en el barrio.

Se trata de ciudadanos que reservaron viviendas o que llegaron a firmar contratos de compraventa de las mismas pero no pudieron escriturarlas finalmente. “Son alrededor de 130 socios que sufrieron un fraude”, especifica el presidente de la asociación vecinal, Juan Carlos Oyonarte.

Importes Existen casos de distinto tipo pero todos coinciden en que no han logrado recuperar el dinero entregado a modo de reserva o en el contrato. Los importes defraudados oscilan entre los 3.000 y los 24.000 euros y, en muchos casos, la promotora con la que fueron realizados está ilocalizable. Algunos no lograron hipoteca y otros se quedaron sin vivienda porque no fue finalmente construida “y la parcela para la que firmaron el contrato está en vasto”, explica Oyonarte.

Conscientes, tras tres años de experiencia de la asociación,  de que la acción conjunta es más eficaz, el colectivo crea la nueva vocalía con el objetivo de atender los 130 casos y de unirlos en demandas conjuntas. “No nos podemos quedar de brazos cruzados”, dice sencillamente el presidente. Con el apoyo de dos abogados, se pretende interponer denuncias conjuntas que correspondan a las distintas situaciones. “Son profesionales voluntarios que sólo en el caso de que los afectados puedan recuperar su dinero se remunerarán con un porcentaje”, aclara.

“Una demanda particular, hoy en día, está perdida. Si se trata de una denuncia hecha por cien personas de forma conjunta, es una demanda sólida”, considera el experto en asociacionismo. La interposición de una única denuncia resulta imposible ya que hay casos muy distintos, por lo que se estima que finalmente serán cuatro o cinco.

Mismo propietario En ese abanico de situaciones, uno llama la atención. Se trata de los afectados que realizaron reservas sobre una misma propiedad. “Tenemos un caso en el que una planta fue reservada por hasta cuatro personas distintas”, revela el presidente de la asociación de vecinos, “por lo que se trata de contratos nulos”.

Oyonarte alude a la falta de sistemas de arbitraje en las administraciones como una de las condiciones que ha empujado al colectivo a tomar esta decisión.

El asesoramiento legal fue una de las prioridades de la asociación desde el día de su nacimiento con importantes actuaciones y apoyo a demandas conjuntas o individuales. Los juzgados de Roquetas de Mar tienen de hecho una docena de procesos abiertos contra distintas promotoras a las que se les reclama la deuda contraida por el impago de las cuotas de comunidad mientras que otros casos han conseguido ser resueltos gracias al apoyo.