Más de 9 millones de metros cúbicos de agua extraídos presuntamente de manera irregular causando un daño medioambiental de 400 millones de euros. Son las cifras aportadas por la Guardia Civil tras comunicar la investigación de doce personas por presuntos delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente ya que la extracción, presuntamente ilegal, se habría producido en una Zona de Especial Conservación (ZEC) de Almería.

La Benemérita sitúa los hechos concretamente en las zonas conocidas como La Ballabona-Sierra y Lisbona-Río Antas, todas ellas situadas en el término municipal de Antas, en la comarca del Levante Almeriense. 

La investigación se originó a raíz de los controles operativos y del análisis de información e inteligencia básica por parte del Seprona de la Guardia Civil de Garrucha tras tener conocimiento de la "existencia de supuestos delitos contra los recursos naturales y medio ambiente por el aprovechamiento irregular de los recursos hídricos de cinco sondeos en el término municipal de Antas", según comunicó la Comandancia de Almería.

Una vez que tuvieron constancia de los presuntos delitos, los agentes se centraron en cuantificar el posible daño causado al medio ambiente, para lo que solicitaron los informes pertinentes a la Consejería de Agricultura, Pesca y desarrollo Sostenible de la Junta así como a la Unidad Técnica de la Unidad Central Operativa del Medioambiente (UT-Ucoma) de la Guardia Civil. 

Con los informes y documentos solicitados en su poder, salieron a relucir cifras como los 9,5 millones de metros cúbicos de agua que se habrían extraído de manera irregular, determinando que "los sondeos habían causado un grave daño al ecosistema pudiendo ser irreversible siendo valorado en 407 millones de euros".

Para más inri, desde la Benemérita recuerdan que la denominada como Cubeta de Ballabona-Sierra Lisbona-Río Antas, está declarada "como sobreexplotada y en mal estado", teniendo una "interconexión hidráulica con la desembocadura del Río Antas".

La Guardia Civil también ha destacado que durante la operación se ha investigado a "una comunidad de regantes que no estaba constituida como tal ante los organismos competentes" pero que sí "ejercía funciones como si lo estuviese, así como una multinacional hortícola que había comprado una participación, proindiviso, del sondeo para poder aprovechar el agua, llevándosela a sus instalaciones ubicadas a más de 12 kilómetros del sondeo".

Los indicios de una posible extracción de agua irregular, según la Guardia Civil, eran "vigorosos, fundados y racionales", lo que ha permitido "conocer la existencia" de los presuntos "ilícitos", por lo que consideran "satisfactoria" la labor de la Guardia Civil del Seprona vinculada con delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente.

Como resultado final, la Guardia Civil de la Comandancia de Almería ha investigado a esas doce personas por delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente, mientras que tanto las diligencias como los investigados han sido puestas a disposición del Tribunal de Instancia de Vera y ante el Fiscal de Almería especializado en Medio Ambiente y Urbanismo.