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Imprenta Úbeda cumple medio siglo de tradición impresora y de futuro

Rogelio Úbeda, El querido impresor almeriense fue ejemplo de seriedad, compromiso y confidencialidad

Jacinto Castillo
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Cuando Rogelio Úbeda se compró su primera máquina  -una Boston de plato manual- quizás no fuese consciente de que estaba poniendo en marcha un proyecto empresarial de larga duración. Había aprendido el oficio trabajando en algunas imprentas almerienses después de su bautizo de tinta en el periódico La Independencia, sorteando los negros nubarrones de la Guerra Civil. Pero, después de hacerse oficial y trabajar mucho, incluyendo su paso por el periódico Yugo (cabeceras antecesora de La Voz de Almería), Rogelio comenzó a hacer trabajos por su cuenta, aprovechando un modesto espacio en el Patio de la Plaza Bendicho, donde vivía. Un espacio modesto, pero favorecido del inolvidable ambiente de valores familiares en el que se desenvolvía la vida del patio.


Aquella aventura personal exigió esfuerzo y compromiso sin tasa y, quizás por eso, sirvió para fraguar el temperamento empresarial de Rogelio que, en 1963  se sintió capaz de dar el paso: crear una imprenta con la dotación técnica capaz de atender cualquier encargo. El lugar elegido fue la Avenida de Montserrat, entonces casi en las afueras, como correspondía a una empresa joven que necesitaba espacio y construcción recién hecha.
Rogelio Úbeda puso en su proyecto todo su incombustible talante y todo lo que había aprendido, incluyendo, claro está, su reconocida maestría como encuadernador,  un oficio que dominó desde siempre y cuyos secretos enseñó a las monjas del convento de Las Puras, que incorporaron después la encuadernación a sus labores.


Prestigio Libros, folletos, almanaques, facturas, boletines, carteles, tesis doctorales, documentos, programas. Volúmenes singulares de cuidada encuadernación artesana. Rogelio Úbeda Galera consiguió muy pronto hacerse con un lugar destacado en la historia de las artes gráficas almerienses a la vez que su imprenta adquiría un reconocido prestigio. Ahora, cuando se cumple medio siglo desde el nacimiento de Imprenta Úbeda, esta empresa familiar sigue siendo un referente de seriedad, compromiso y confidencialidad, tres cualidades imprescindibles para que el paso del tiempo se convierta en un aliado, antes que en un inconveniente.


A lo largo de  estas cinco décadas de constante evolución, la empresa creada por Rogelio ha ido recorriendo el camino impuesto por los avances tecnológicos sin perder su esencia, al tiempo que se iba desarrollando una saga familiar de impresores encarnada por su hijo rogelio Úbeda Vivas y ya también por la tercera generación, Rogelio y Borja Úbeda Barroso.


Atrás han quedado retos que ya son historia. Retos envueltos en olor a tinta con el cíclico compás de las máquinas impresoras como banda sonora. Logros presididos por la inagotable tenacidad de Rogelio, al frente de su familia y de su gente.  Esa tenacidad que fue imprescindible para imprimir con éxito en 1973 la Guía de la Vuelta Automovilista a España. Más tarde  ya en los ochenta, la imprenta recibió el encargo de realizar el volumen que acompañó a la guía tele fónica de Almería cuando se produjo la incorporación del prefijo 951. Aquello fue una demostración de la confianza que generaba Rogelio como impresor y precisó cantidades ingentes de mano de obra y de recursos. Úbeda era a esas alturas un incontestable referencia del sector y estaba preparada para embarcarse en las constantes innovaciones que iba a conocer en el final del siglo XX la industria de las artes gráficas. De la legendaria Minerva o de la veterana Heidelberg a la constante evolución del offset y de las técnicas de impresión hasta la desembarcar en la tecnología digital.


El  poderoso influjo de impresor vocacional y el celebrado ingenio de Rogelio Úbeda  parecen estar aún presente en las modernas instalaciones que Imprenta Úbeda estrenó en el Polígono San Rafael de Huércal de Almería en 2000. Así, es al menos, para muchos clientes de toda la vida que sigue depositando su confianza en esta imprenta.
En cinco décadas, Imprenta Úbeda ha tenido la oportunidad de relacionarse con infinidad de fenómenos de la sociedad almeriense, aunque su lista de encargos también incluye un buen número de clientes de otras provincias. Por sus máquinas han pasado publicaciones de autores relevantes de Almería de casi todos los temas imaginables. Se ha resuelto la impresión de infinidad programas de fiestas, capítulo este en el que es necesario destacar el de la Feria de Almería que ha venido a coincidir con este cincuenta aniversario y el de Laujar, por el  cariño que Rogelio profesó a esta localidad alpujarreña.


Saga de impresores   En 1996, Rogelio Úbeda Vivas recibió el testigo de manos de su padre. Por entonces llevaba ya bastantes años junto al fundador de la imprenta aprendiendo a ser impresor. Y en en 2008, su hijo Rogelio Úbeda Barroso se incorporó también a la empresa, aportando savia nueva, pero perfectamente enraízada en las señas de identidad de la casa. Una casa en la que los lazos familiares siempre estuvieron presentes.  En primer lugar, el papel imprescindible de María Vivas Ibáñez, la esposa y madre que siempre estuvo al lado de Rogelio, igual que sus dos hijas María Gádor y María José. O, en su papel de encargado hasta jubilarse, José Sánchez, su cuñado. En suma, Imprenta Úbeda encarna uno de los mejores ejemplos de Almería como empresa familiar.


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