La portavoz del PP y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Roquetas de Mar, Eloísa Cabrera, ha calificado de “falta de respeto a los ciudadanos de Roquetas, imprudencia manifiesta e improvisación continua” las declaraciones del delegado de Agricultura, José Manuel Ortiz Bono.

La portavoz popular ha pedido “de forma inmediata su dimisión” después de admitir que el agua que baja por la Rambla del Cañuelo como resultado del desagüe de la Balsa del Sapo, puede usarse para el riego, “algo que dudo, pero que de ser así, no se puede entender como cada día se estén tirando 59 millones de litros de agua al mar en una provincia con un déficit hídrico como la nuestra”, denuncia Cabrera.

En los días que lleva “el vertido”, se han tirado al mar un total de 1.160 metros cúbicos de agua, con un gasto aproximado, según ha podido saber el Partido Popular de Roquetas, de entre 18.000 y 20.000 euros en gasto eléctrico por el consumo del bombeo actual, expone el PP en un comunicado.

Según denuncian, de haber reutilizado el agua desde el inicio, se hubiesen evitado, los problemas de tráfico ocasionados, los perjuicios a los agricultores y el daño medioambiental, por lo que “es inconcebible e inexplicable la actuación de la Junta de Andalucía, y su Consejería de Agricultura”.

Improvisación
Cabrera no sólo se pide la dimisión por estas declaraciones, también por “la improvisación con la que está actuando la administración autonómica en este asunto”. La portavoz popular dice no entender como “ahora el delegado afirma que el agua es apta para el riego, cuando el Gobierno socialista de Zapatero informó públicamente de un proyecto informativo para una desalobradora y obras complementarias de la Balsa del Sapo publicado en el BOE de 16 de enero de 2009 con un presupuesto de 6,5 millones, con el fin de poder reutilizar un agua muy salobre”.

La portavoz del PP en Roquetas se pregunta, “¿qué ha pasado con esa agua en cuatro años para de ser salada ahora ser apta?

La tercera razón para pedir la dimisión de Ortiz Bono es “la imposibilidad de explicación lógica de cómo la Junta de Andalucía se decanta por unas obras de 13 millones de euros y un gasto eléctrico cercano a los 30.000 euros mensuales, para simplemente tirar el agua al mar de forma burda e irracional, cuando por la mitad de dinero, según el gobierno de Zapatero, ese agua se podía haber reutilizado de forma permanente para los agricultores almerienses, y sobre todo, dar respiro a los acuíferos del Poniente”.

El delgado de Agricultura, tras las priemeras denucnias del Ayuntamiento de Roquetas, mostró su sorpresa por el hecho de que ni elPP ni el Consistorio roqietero esté preocupado ante la falta de dotación presupuestaria por parte del Ministerio para el proyecto de entubamiento definitivo del agua sobrante de la Balsa del Sapo, que es la solución definitiva la problema.