Este fin de semana, los bañistas de la playa de Garrucha, en Almería, vivieron una escena tan inesperada como extraordinaria. Una mantarraya gigante (Mobula birostris) se aproximó a escasos metros de la orilla, generando asombro entre quienes disfrutaban del día de sol. El enorme ejemplar, que nadó calmadamente cerca de la arena, fue grabado por varios curiosos, y las imágenes se difundieron rápidamente en redes sociales.

Sin embargo, el ejemplar no era desconocido para los voluntarios de Equinac, que días antes la habían intervenido para quitarle un anzuelo.  Tras ser avistada en las aguas de Garrucha, ha sido atendida nuevamente por buzos profesionales de Equinac en una intervención clave para su recuperación.

Tras la primera intervención en la que se le extrajo uno de los anzuelos que llevaba incrustados, la mobula —una especie protegida— ha sido objeto de una nueva operación coordinada por Equinac con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica y el equipo veterinario de Tragsa. En esta ocasión, se le retiraron otros tres anzuelos que aún permanecían en su cuerpo.

El ejemplar fue localizado en una zona de aguas muy someras y de alto riesgo, debido a la presencia de un arrecife de rocas en el fondo. Ante la situación, Equinac organizó un operativo urgente para capturar al animal, extraerle los anzuelos restantes y realizar una extracción de sangre para su análisis.

Tony y Agustín, del centro de Buceo Mojácar, y David, del centro de buceo Isub San José, participaron en la compleja maniobra. Todos ellos son miembros de Equinac con años de experiencia en el rescate de fauna marina. La operación fue realizada en condiciones delicadas, ya que, al no tratarse de un mamífero marino, la mobula no puede respirar fuera del agua, lo que exige un manejo rápido, preciso y con el menor estrés posible para el animal.

“El animal, aunque un poco molesto tras la intervención, fue liberado sin anzuelos y regresó a aguas más profundas”, informaron desde Equinac, destacando el trabajo voluntario de los buceadores y el compromiso de todos los implicados.

La mantarraya gigante, emparentada con tiburones y rayas, puede alcanzar hasta siete metros de envergadura. Aunque suele habitar mar adentro en aguas tropicales y subtropicales, su presencia en la costa es un fenómeno raro. Expertos apuntan a posibles causas como cambios de temperatura, búsqueda de alimento o alteraciones en las corrientes marinas.

Gracias a la actuación voluntaria y profesional del equipo de Equinac, se pudo capturar al animal y retirar los anzuelos con éxito. En total, se retiraron cuatro anzuelos clavados en el cuerpo de la mantarraya. Además, se obtuvo una muestra de sangre para analizar y determinar qué podría estar afectando a la especie.

Actualmente, se está investigando un varamiento inusual de mobulas en España y Equinac está colaborando con el comité de expertos coordinados por el Ministerio para la Transición Ecológica para determinar las causas de este fenómeno.

A pesar de su imponente aspecto, este animal es totalmente inofensivo para el ser humano. Se alimenta por filtración de plancton y peces pequeños, y no utiliza su espina caudal como defensa, a diferencia de otras rayas. Aun así, se recomienda extrema precaución ante un encuentro con uno de estos ejemplares.

Si ves una mantarraya, lo más importante es mantener la calma y no acercarte ni tocarla. Deja libre su camino y permite que ella se acerque si lo desea, siempre por uno de tus lados. Nunca la persigas ni intentes tocarla, ya que podrías asustarla y causarle daño. Si necesitas salir del agua, arrastra los pies para evitar sobresaltarla. 

En caso de una picadura accidental, busca atención médica inmediata y sigue las indicaciones para su tratamiento. Desde Equinac advierten que son además una especie protegida y se necesita autorización para manipularla, por lo que si avistas un ejemplar debes avisar al 112.