Una cadena de supermercados ha comenzado a probar un sistema en el que los clientes deben pagar 12 euros para acceder a la tienda. Se trata de una experiencia piloto que supondría un paso más en la introducción de diversas mejoras tecnológicas para agilizar los procesos de compra por parte de los usuarios.

Esta cadena cuenta en estos momentos con 9 establecimientos en la provincia de Almería: tres de ellos se encuentran en la capital almeriense (uno en la carretera de Níjar, otro en la avenida de Sierra Alhamilla y uno más en La Cañada de San Urbano), dos en Roquetas de Mar (uno de ellos en la Urbanización), y uno más en Huércal de Almería, El Ejido, Berja y Albox.

Detrás de este modelo innovador se encuentra la cadena de supermercados Aldi, que lo ha implantado en una tienda piloto en Londres (Reino Unido), y de momento no se ha expandido a España, aunque su puesta en funcionamiento sugiere que podría convertirse en algo habitual en un futuro.

El sistema que se está probando en Londres funciona de la siguiente manera: los clientes deben abonar un depósito de 12 euros antes de entrar en la tienda. Esta cantidad se descuenta del total de la compra o se reembolsa íntegramente en caso de que no se adquiera ningún producto. Este concepto ya ha sido implementado en diversos países asiáticos con resultados positivos.

El supermercado piloto, conocido como ‘Shop & Go’, no solo introduce este sistema de acceso, sino que también elimina la necesidad de pasar por caja. Gracias a una combinación de cámaras y sensores, los productos que los clientes seleccionan se registran automáticamente en su cuenta. Cuando salen del establecimiento, el sistema cobra el importe total de la compra de manera automática.

Si el importe total de la compra supera los 12 euros, se cobra la diferencia. En caso contrario, el saldo restante se reembolsa. Si no se realiza ninguna compra, el importe es devuelto en su totalidad.

Este modelo busca agilizar el proceso de compra y mejorar la experiencia del consumidor, eliminando esperas en las cajas y optimizando el tiempo dentro del supermercado. Sin embargo, su aceptación en otros países dependerá de la reacción de los clientes y de la normativa vigente en cada lugar.