Los pueblos de Almería obligados a tomar medidas contundentes para proteger su cielo
La nueva normativa aprobada por la Junta busca reducir la contaminación lumínica en la comunidad autónoma

El Observatorio de Calar Alto durante la noche.
La Junta de Andalucía aprobó días atrás el nuevo reglamento de protección frente a la contaminación lumínica en la comunidad autónoma. Este decreto busca mejorar tanto la eficiencia energética como la protección del cielo nocturno posicionando a Andalucía como uno de los referentes en la lucha contra la contaminación lumínica.
La normativa establece criterios para garantizar un uso racional y eficiente de la luz artificial en exteriores fijando niveles máximos de iluminación e impone, entre otras medidas, horarios nocturnos para la reducción de la intensidad lumínica o el apagado de instalaciones innecesarias. El decreto declara el observatorio astronómico almeriense de Calar Alto junto al de Sierra Nevada (Granada) como puntos de referencia, estableciendo en torno a ellas zonas de influencia de máxima protección lumínica (municipios de ambas provincias).
Estas zonas tendrán que cuidar de su cielo nocturno con mayor contundencia que el resto, lo que afectará a decenas de municipios almerienses.
En concreto, las localidades que se sitúan en esta zona establecida por la Administración andaluza son decenas y, debido a la ubicación de Calar Alto, pertenecen a diferentes comarcas de la provincia. Se trata de: Abla, Abrucena, Albanchez, Alboloduy, Albox, Alcóntar, alcudia de Monteagud, Alhabia, Alhama de Almería, Alicún, Almería, Almócita, Alsodux, Armuña de Almanzora, Bacares, Bayarque, Beires, Benahadux, Benitagla, Benizalón, Bentarique, Canjáyar, Cantoria, Castro de Filabres, Cobdar, Chercos, Enix, Felix, Fines, Fiñana, Fondón, Gádor, Gérgal, Huécija, Huércal de Almería, Íllar ,Instinción, Laroya, Laujar de Andarax, Líjar, Lucainena de las Torres, Lúcar, Macael, Nacimiento, Ohanes, Olula de Castro, Olula del Río, Oria, Padules, Partaloa, Pechina, Purchena, Rágol, Rioja, Santa Cruz de Marchena, Santa Fe de Mondújar, Senés, Serón, Sierro, Somontín, Sorbas, Suflí, Tabernas, Tahal, Terque, Tíjola, Turrillas, Uleila del Campo, Urrácal, Velefique, Viator y Las Tres Villas.
Esos ayuntamientos y el resto donde las medidas puede ser algo menos contundentes dispondrán de dos años para aprobar la calificación de zonificación lumínica municipal. Eso sí, una vez realizado este trámite no sólo los consistorios tendrán que estar pendientes de las medidas a tomar puesto que también afectará a empresas y particulares.

El Pirulico, en el término municipal de Mojácar, cuando cae la noche.
Aún así, la norma introduce la zonificación luminosa del territorio, un procedimiento que permitirá adaptar la regulación del alumbrado a las particularidades de cada municipio. También se establece la obligatoriedad de instalar sistemas de regulación del nivel luminoso en aquellas instalaciones que permanezcan encendidas en horario nocturno.
Cuidado del cielo y de la salud
Asimismo, el reglamento incluye medidas para reducir los efectos nocivos de la luz azul, la más perjudicial para los ecosistemas nocturnos y la salud humana. Para ello, se ha incorporado el índice espectral G, un indicador desarrollado por un astrofísico andaluz y reconocido por la Comisión Europea, que permite medir con precisión la cantidad de radiación azul emitida por cada fuente de luz.
El nuevo decreto, tal y como ha hecho público la agencia de noticias Europa Press, establece criterios técnicos para la iluminación en espacios públicos y privados, asegurando su adaptación a los principios de eficiencia energética y sostenibilidad. Se ha regulado el alumbrado exterior en diferentes ámbitos, incluyendo el vial, ornamental, deportivo, comercial y publicitario, fijando límites de intensidad y restricciones de horario para cada uno de ellos.
El alumbrado festivo y navideño, por su parte, será regulado mediante ordenanzas municipales, que garantizan una iluminación responsable y respetuosa con el medio ambiente. Se fomentará el uso de tecnologías de bajo consumo y la reducción del tiempo de encendido para minimizar el impacto ambiental y el gasto energético. Además, el reglamento prevé medidas específicas para la iluminación de carteles y rótulos luminosos, estableciendo restricciones en su intensidad y funcionamiento. Durante el horario nocturno, sólo podrán permanecer encendidos aquellos rótulos que indiquen servicios esenciales, y deberán reducir su flujo luminoso para evitar la contaminación lumínica.
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Respecto a la iluminación de playas, costas y recintos deportivos, se establecen criterios específicos para la iluminación de playas, con el fin de minimizar su impacto ambiental y garantizar un uso eficiente de la energía. En el caso de las playas y el litoral, sólo podrán ser iluminadas aquellas áreas integradas en los núcleos urbanos y destinadas a actividades autorizadas. Para tramos de costa no urbanizados, la iluminación sólo se permitirá en eventos de interés social, cultural o deportivo, siempre con la autorización correspondiente. Además, la intensidad lumínica en estas zonas deberá ajustarse a los límites establecidos para evitar la dispersión de luz hacia el medio natural.
El alumbrado exterior en instalaciones deportivas será regulado por los ayuntamientos bajo criterios de sostenibilidad, adaptando la iluminación a las necesidades específicas de cada deporte y nivel de competición. Se fomentará la sectorización del alumbrado para garantizar que sólo permanezca encendida la iluminación necesaria en cada momento, reduciendo así el consumo energético y la contaminación lumínica.
La Junta ofrecerá apoyo técnico para facilitar la puesta en marcha de estas medidas y garantizar el cumplimiento de la normativa. En paralelo, se elaborará un mapa de áreas lumínicas en toda Andalucía, que permitirá identificar las zonas con mayores restricciones y orientar la planificación del alumbrado exterior en función de sus características ambientales y urbanísticas.