Las inspecciones realizadas en los dos últimos meses en establecimientos almerienses que comercializan productos ibéricos han dado como resultado que en un 60 por ciento de los casos se producen irregularidades que pueden generar dudas en torno al origen de estos productos, o en la identificación de cada alimento.
Así lo explicaba ayer la Secretaría General de Consumo, dependiente de la Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales, que determina que en el conjunto de Andalucía este tipo de fraude afecta a un 35 por ciento de las ventas, un porcentaje que es inferior no obstante al 58 por ciento de la anterior campaña de inspecciones realizada.
Almería es la provincia donde se detectan más irregularidades, un 60 por ciento, seguida de 47 por ciento de Málaga o el 25 por ciento de Sevilla. Huelva, tierra del ibérico andaluz, sólo presenta un 5% de fraude.
Las irregularidades más relevantes son no figurar la denominación de venta de forma correcta, el tipo de alimentación, la identificación de la certificación, el marcado de fechas o el uso de términos prohibidos.