El vicepresidente de la Diputación, Javier Aureliano García señaló ayer que que la empresa pública de Gestión de Aguas del Levante (Galasa) arrastra una deuda de 20 millones de euros, con pérdidas de dos millones de euros anuales. García dijo que la empresa está “en quiebra”, y que, ante la situación solo hay dos soluciones “cerrar o intentar reflotarla”, aunque para esto haya que “apretarse el cinturón”.

Galasa da trabajo a unas cien personas y presta servisio a más de 40 municipios. García pidió a los sindicatos “un esfuerzo” puesto que la situación de la empresa muestra el peor escenario posible.